En 2008, durante una excavación arqueológica en los terrenos donde se construiría un nuevo campus de la Universidad de York, un descubrimiento inesperado sorprendió a la comunidad científica. Un cráneo humano, enterrado en un pozo en Heslington, Yorkshire, contenía en su interior un cerebro sorprendentemente bien conservado, a pesar de haber pasado 2600 años bajo […]