La virtud

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Sin duda, existen una serie de cualidades positivas a las que se les suele denominar “virtudes” y que son fundamentales para nuestro desarrollo personal y la convivencia en sociedad. Si ya has entrado en el selecto club de los cuarenta haz memoria porque estoy segura de que alguna vez te han preguntado ¿Cuáles crees que son tus mayores virtudes? Y por ser demasiado modesto o por vergüenza de darte cuenta de que no puedes destacar ninguna en ti, has sonreído y respondido “eso lo tendrían que decir los demás, no yo”.A estas alturas no me voy a andar con tapujos y afirmo que la mayoría de nosotros no somos virtuosos, no sabemos siquiera aquello que tenemos que lograr alcanzar y si nos preguntan cuáles son las virtudes más importantes nos tomamos la ignorancia con respecto a ello como algo gracioso. Quitarle importancia a algo fundamental para vivir en sociedad y además reírnos de ello es el origen de la nefasta vida social en la que convivimos y de la gran mayoría de los problemas a los que nos enfrentamos, aunque si dijera de todos, no estaría diciendo ningún disparate.Entre las virtudes más importantes para el ser humano deberían encontrarse honestidad, la responsabilidad, la gratitud, la humildad, la paciencia, (sí estas últimas son virtudes, no es tan solo el nombre de la cofradía que procesiona en Cádiz el Domingo de Ramos) la perseverancia, la tolerancia y la compasión.  Actuar con transparencia y con la verdad es a lo que se llama Honestidad, y cumplir con nuestras obligaciones y compromisos nos hace Responsables. Cuando valoramos lo que tenemos lo demostramos con Gratitud y si algún día aceptáramos nuestras limitaciones y lográramos empatizar con los demás sabríamos que se siente al ser Humildes.Alcanzar todo esto requiere un esfuerzo constante y una actitud positiva, es decir, todo aquello de lo que huimos porque si hay que esforzarse mejor que lo haga otro, me hago el tonto o la tonta hasta que no me incumba y cuando me salpique el asunto, entonces me ofendo y recuerdo a los demás que no doy lo que quiero recibir porque es mejor y más fácil autocompadecerse. Vivimos en una sociedad cuya mayor virtud es la de estar orgullosos de formar parte de un grupo de asnos que solo de vez en cuando rebuznan.Y todo esto que les cuento viene precisamente a propósito de que hace unos días se celebraba el día de “La humildad” una de las virtudes que sin duda requiere más esfuerzo y tiempo en cultivarse. Parto de que me parece casi un insulto que todos los días del calendario se celebre algo ¡Como si no hubiese a diario oportunidades para practicar la humildad y otras virtudes! La mayoría de las personas creen que la palabra humilde es sinónimo de pobre, y ya pueden caerles un rayo encima ante cualquier ocasión de demostrar lo contrario que la reacción va a ser la misma. Seguro que ustedes lectores hasta hoy mismo desconocían que había un día para celebrar esa virtud, yo misma me enteré casualmente por un programa de radio en el cual se hablaba de ello porque no había nada más ocurrente para llenar contenido.Un consejo si alguien te dice “es usted un virtuoso” posiblemente te esté mintiendo como un bellaco, se esté burlando de ti o haciendo la pelota con algún propósito. No creas a aquel que te llena el oído con tal alago y si realmente crees saber algo párate a reflexionar y considera las palabras dichas por Albert Einstein: “Un verdadero genio admite que no sabe nada”. Aunque si lo pensamos bien y una genialidad como era Einstein podía afirmar no saber nada, igual haya esperanza para el resto de nosotros y podemos llegar a ser más humildes los unos con los otros. Eso sí, si alguien lo consigue que tampoco olvide aquella frase que proclamó un filósofo de nacionalidad estadounidense “El mayor reto después del éxito es callar sobre él. “Y ahora, si te atreves, contéstate a ti mismo ¿Cuál es tu mayor virtud?