El patrimonio 'oculto' en el convento del Socorro de Sevilla

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La noticia de que la comisión provincial de Patrimonio denegaba la salida de una veintena de bienes del convento del Socorro de la collación de San Marcos ha vuelto a poner el foco en este cenobio que cerró en 2018 y del que apenas se conoce nada sobre su futuro. Desde que se marcharon las hermanas concepcionistas, existe un patrimonio 'oculto' que va desde la titular del monasterio, la Virgen del Socorro, talla de alabastro del siglo XVI que se encuentra en la hornacina central del altar mayor, hasta un calvario en el coro bajo con imágenes del siglo XVI y del XVIII. Dentro del listado de esos bienes muebles que no saldrán de la iglesia se hallan además de la mencionada titular del convento un San Francisco de Asís en el ático, original de Felipe de Ribas que sigue el modelo creado por Martínez Montañés en Santa Clara; la Natividad de la Virgen, en el segundo cuerpo, en la calle lateral izquierda, y la Anunciación, en el primer cuerpo. Cabe resaltar que en este templo paralelo a la calle Socorro, destacan sobre todo unos paños de azulejos realizados por la Fábrica de Pickman a principios del siglo XX . En el muro del Evangelio, representan la 'Impresión de las Cinco Llagas de San Francisco y San Félix de Cantalicio con el Niño', copia del Murillo que se conserva en el Museo de Bellas Artes. Enfrente, se sitúa la escena del 'Jubileo de la Porciúncula y San Pascual Bailón'. Se trata de los elementos más sorprendentes de un templo al que se accede por una pequeña puerta enfrente del colegio Luisa de Marillac y desde donde salía una procesión con el Cristo del Perdón que se solía celebrar a finales del mes de octubre o a principios de noviembre. En la actualidad, los devotos de este crucificado le rinden culto en la parroquia de San Marcos desde el cierre del convento del Socorro y han salido en procesión desde Santa Isabel o la capilla de los Servitas. A esta imagen se le ha conocido tanto en el coro bajo del monasterio de las concepcionista como al lado del único retablo barroco que había y que presidía una Inmaculada Concepción. Asimismo, en ese listado de bienes que van a seguir en convento aparece el mencionado altar de la Concepción y otro de un Niño Jesús con San José, así como el retablo de la Madre Comendadora . Esta imagen tiene características propias del siglo XVI aunque parece es una talla de la centuria siguiente, estando relacionada por algunos autores con la obra de Francisco Antonio Gijón. Hay que reseñar que en esta iglesia estuvo hasta los años 70 el altar del Bautismo de Cristo de Juan Martínez Montañés y que se halla en la actualidad en la iglesia de la Anunciación. El retablo fue felizmente restaurado devolviendo el esplendor a unos relieves que estaban repletos de suciedad. El origen de este convento que cerró en 2018 se remonta a 1522, siendo creado por una sobrina del cardenal Cervantes. El lugar eran unas casas de la entonces calle de los Melgarejos, en la collación de San Marcos, propiedad de la fundadora, siendo las primeras monjas del convento de Dueñas y de Santa Paula.