El 30 de septiembre de 1938, se reunían en la ciudad de Múnich, el Primer Ministro Británico, Arthur N. Chamberlain, el Presidente Francés, Edouard Daladier, el Canciller Alemán, Adolf Hitler y el organizador de dicha reunión, el Duce italiano, Benito Mussolini. El objetivo de dicha reunión era “solucionar” las pretensiones alemanas sobre una parte de Checoslovaquia, los Sudetes, dando como resultado el beneplácito para que Hitler se apropiara de dicha parte de tierra.No sé si se han percatado que a dicha reunión no fue invitado un actor fundamental de las partes implicadas, se prohibió que los representantes de Checoslovaquia acudieran para defender sus intereses. De ahí que los checoslovacos nombraran a dicha reunión como “la traición de Múnich” censurando los acuerdos que allí se tomaron como “acerca de nosotros, sin nosotros y contra nosotros”.Los “Acuerdos de Múnich” (que así se denomina a aquella reunión) se podrían resumir en como un país, sin mandato internacional, sin ninguna justificación legal, decide anexionarse una parte de otro país soberano, mientras le dan el visto bueno, otras potencias sin legitimidad sobre dicho país soberano.Han pasado ochenta y siete años de aquella reunión y hace unos días han comenzado las reuniones entre el gobierno estadounidense y el gobierno ruso, para repartirse un país soberano como es Ucrania.La reunión se ha llevado en la ciudad de Diriyah en Arabia Saudí y se ha prohibido la participación ucraniana en dicha reunión. Para colmo, Donald Trump ha culpado a Ucrania de haber sido invadida por el ejército ruso y ha tachado a su presidente de dictador.Los paralelismos son evidentes, y si seguimos el rastro que nos deja los libros de historia, esto no puede acabar bien.Toda guerra tiene detrás intereses económicos, en el caso de Ucrania, los rusos están interesados en la zona industrial del este ucraniano y tener salida al mar a través de Crimea, para Estados Unidos hacerse con el control de las minas de tierras raras, tan valiosas para fabricar componentes tecnológicos, cada vez más escasos y poder competir con la industria tecnológica china.“La paz mundial parece mucho más lejana que la guerra mundial”. Marvin Harris.