El agónico y heroico rescate de una mujer que llevaba horas en las frías aguas del río Pisuerga agarrada a una rama

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Como cualquier otro día, una mujer salía a pasear por la mañana. A eso de las 9.00 arrancaba su rutina en Valladolid. Pero la de este miércoles no fue ni una jornada ni una ruta normal. Ella y su familia no olvidarán la agonía vivida. Tampoco lo harán los efectivos de los servicios de emergencia que participaron en su búsqueda y rescate, y especialmente los dos agentes de la Guardia Civil que no dudaban en lanzarse a las frías aguas del río Pisuerga para rescatar a la señora . Al parecer, llevaba horas agarrada a una rama, y sacarla del cauce no fue nada sencillo. Eran los familiares los primeros en dar la voz de alarma cuando a eso de las 13.00 horas, justo antes del habitual momento de comer, la mujer no había regresado a casa, lo que despertaba la lógica preocupación. Ya había sufrido algún episodio anterior de «despiste» y eso activaba aún más las alertas, por lo que acudían a denunciar la ausencia ante la Policía Naciona l, que ponía en marcha el dispositivo de búsqueda, en el que también se involucraban los familiares, rastreando los lugares habituales del paseo. Pasaban las horas y ni rastro de la mujer, hasta que sobre las 19.00 horas, con la noche ya encima, los familiares avisaban a los agentes, pues en su afán por encontrar a la mujer alguien les había dicho que sí habían visto por la senda verde de la cercana localidad de Renedo de Esgueva a una mujer que coincidía con las características de la desparecida. Se ampliaba entonces el ámbito de búsqueda, dando aviso a la Guardia Civil, que ponía en marcha a la Usecic, pues ya la demarcación sobresalía de la capital. Además, según ha confirmado el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales, también se lo trasladaba al presidente de la Diputación y a la delegada territorial por si consideraban oportuno dar la alerta a los alcaldes , «pues la colaboración ciudadana es esencial» en estos casos. En este caso también ha sido clave. Cámaras térmicas, drones, patrullas a pie... estaban sobre el terreno buscando a la mujer, de 74 años de edad, cuando otra llamada ponía el foco en otro punto, a más de diez kilómetros de Renedo. Y es que desde la urbanización El Pichón, perteneciente a Simancas, alguien había oído voces de una mujer pidiendo auxilio por el entorno del río Pisuerga. Ya eran en torno a las 20.30 horas. Habían pasado cerca de doce desde que la septuagenaria había salido de casa. Noche cerrada y el termómetro a la baja, cuando la primera patrulla llegaba al lugar comprobó que era cierto, que alguien pedía ayuda desde el río. Estaba a la otra orilla del Pisuerga , al final del parque del Socayo, en el término de Arroyo de la Encomienda, en una zona de difícil acceso. Una densa vegetación con zarzas y maleza complican llegar a la mujer. Ya habían dado aviso a los Bomberos de la Diputación de Valladolid, pero dada la «situación crítica» de la mujer, dos de los primeros agentes en llegar no lo dudaron y se lanzaron a su rescate. Con el habitual uniforme de servicio, sin neopreno ni otra protección , los dos guardias civiles entraban en el frío agua para intentar sacar a la mujer. Lo lograban. Pero no fue fácil ni rápido. Ya eran cerca de las once de la noche cuando conseguían poner en tierra firme a la mujer. Tenía síntomas de hipotermia tras haber permanecido varias horas que no se han concretado en las aguas del río. Tras recibir una primera atención en el propio lugar durante cerca de una hora, tenía que se r trasladada en UVI móvil al Hospital Clínico de Valladolid, donde quedaba ingresada. También los dos agentes que se lanzaron al agua, de 40 y 47 años de edad, requirían asistencia sanitaria. Tanto tiempo en el agua, en pleno invierno, ya con la noche caída, y en Valladolid, había pasado factura a sus cuerpos, sin protección alguna. El resto de compañeros y efectivos de emergencia los cubrían en un primer momento con mantas y ropas secas, pero también eran trasladados al hospital. Sobre las 3 de la madrugada, uno de ellos recibía el alta. El otro, que tenían síntomas más graves de hipotermia quedaba más tiempo ingresado, aunque a las nueve de la mañana ya estaba dado de alta. Uno de los guardias, agente de la Usecic de Valladolid . El otro, un cabo primero del puesto de Zaratán que estaba prestando servicio también con esta unidad de élite de la Guardia Civil. Tras recibir el alta, este jueves se vuelven a incorporar para prestar servicio. «Dos héroes» , valora el subdelegado del Gobierno de la actuación de los agentes.