“¿Quién es esta mujer que veo en el espejo?”, dice el verso de la canción Gorilla, uno de los himnos que han convertido a la rapera británica Little Simz (Londres, 31 años) en una leyenda urbana a la estela de su adorada Amy Winehouse. “Introvertida, pero no tímida. Mi arte será eterno. Yo no me pongo límites”, fluían el año pasado las estrofas en la garganta de Simbiatu Simbi Ajikawo en La Pirámide, el escenario central del festival inglés de Glastonbury. Donde actúan los artistas consagrados. Una hora de triunfo que hipnotizó a los miles de asistentes al concierto.Seguir leyendo