¿Qué santo se celebra hoy? Consulta el santoral del viernes 6 de junio

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Nacido en Marlhes, Francia, en 1789, Marcelino José Benito Champagnat creció en una época marcada por la Revolución Francesa. Desde temprana edad, su madre y una tía piadosa le inculcaron una profunda devoción a la Virgen María y le introdujeron en la lectura de vidas de santos, despertando en él una vocación religiosa.A pesar de las limitaciones educativas de su infancia, Marcelino se ordenó sacerdote en 1816. Preocupado por la falta de formación cristiana entre los jóvenes, fundó en 1817 la Congregación de los Hermanos Maristas, dedicada a la educación y evangelización de niños y adolescentes, especialmente en zonas rurales y desfavorecidas.Su pedagogía se basaba en el amor, la sencillez y la devoción mariana, promoviendo una educación integral que abarcaba tanto el conocimiento académico como la formación espiritual. Falleció el 6 de junio de 1840 y fue canonizado por el Papa Juan Pablo II en 1999.Otros santos y beatosSan Norberto de Magdeburgo (c. 1080–1134). Fundador de la Orden Premonstratense y arzobispo de Magdeburgo, San Norberto fue un reformador eclesiástico que promovió la vida austera y la predicación del Evangelio. Su conversión ocurrió tras una experiencia mística que lo llevó a abandonar una vida mundana para dedicarse completamente a Dios.San Alejandro de Fiésole († c. 820). Obispo de Fiésole, en la región de la Toscana, San Alejandro murió mártir al ser arrojado a un río por defender los bienes de su iglesia frente a usurpadores. Es recordado por su valentía y compromiso con la justicia eclesiástica.San Besarión (s. IV). Anacoreta egipcio que vivió en el desierto de Scete, San Besarión es venerado por su vida de penitencia, oración y humildad, siendo un ejemplo de la espiritualidad monástica del desierto.San Ceracio († c. 452). Obispo de Grenoble, San Ceracio se destacó por su defensa de la ortodoxia cristiana y su oposición a las herejías de su tiempo, manteniendo la unidad y pureza doctrinal de su comunidad.San Claudio de Condat († c. 703). Abad y obispo en la región del Jura francés, San Claudio fue un líder monástico que promovió la vida religiosa y la reforma del clero, siendo un modelo de santidad y dedicación pastoral.San Colman († c. 1010). Obispo en las Islas Orcadas, San Colman es venerado por su labor evangelizadora en Escocia, llevando el mensaje cristiano a comunidades aisladas y fortaleciendo la fe en la región.San Eustorgio II († c. 518). Obispo de Milán, San Eustorgio II es recordado por su piedad y justicia, así como por la construcción de un magnífico baptisterio, símbolo de la renovación espiritual de su diócesis.San Gilberto Abad († c. 1152). Fundador del monasterio y hospital de Neufontaines en Francia, San Gilberto fue un eremita que, movido por la caridad, estableció una comunidad dedicada al servicio de los pobres y enfermos.San Hilarión de Constantinopla († s. IX). Monje y mártir, San Hilarión sufrió persecución por su defensa de las imágenes sagradas durante la controversia iconoclasta, siendo un firme defensor de la tradición cristiana.San Jarlato de Irlanda († s. VI). Obispo y fundador de la escuela monástica de Tuam, San Jarlato es una figura destacada en la historia del cristianismo irlandés, contribuyendo a la formación espiritual y académica de su pueblo.San Rafael Guízar y Valencia (1878–1938). Obispo mexicano conocido por su labor pastoral durante tiempos de persecución religiosa, San Rafael se dedicó a la formación de sacerdotes y al auxilio de los pobres, siendo canonizado en 2006.Beato Bertrando de Udine († 1350). Obispo de Aquileia y mártir, el Beato Bertrando trabajó en la formación del clero y la defensa de los derechos de la Iglesia, siendo asesinado por sicarios a una edad avanzada.Beato Falcón de Cava († s. XII). Abad del monasterio de Cava en Italia, el Beato Falcón es recordado por su vida de oración y liderazgo espiritual en su comunidad monástica.Beato Lorenzo de Villamagna de Másculis († s. XV). Religioso franciscano italiano, el Beato Lorenzo es venerado por su humildad y dedicación a la vida contemplativa, siendo un ejemplo de santidad en la vida religiosa.