Los barones del PP amenazan con abandonar la conferencia de presidentes si se habla catalán o euskera

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Sánchez impulsa un pacto de Estado en vivienda pero el Gobierno asume que el PP aspira a reventar la cita como previa de su manifestación del domingoSánchez propone a los presidentes autonómicos un pacto para triplicar la inversión pública en vivienda Primero fue por el orden del día y, a última hora, por el uso de las lenguas cooficiales. El PP alimenta hasta el final el fantasma de un plante a Pedro Sánchez en la Conferencia de Presidentes, el máximo órgano de coordinación institucional entre el Estado y las comunidades autónomas, que se celebra este viernes en Barcelona. Una cita que varios de sus dirigentes llevaban meses reclamando y que ahora tratan de boicotear a unas horas del inicio de la cumbre de líderes autonómicos y bajo la atenta mirada de Vox que avisa al Partido Popular de que no se puede pactar nada con “el sanchismo”. Después de sortear el primer órdago de los populares y admitir en el orden del día todas sus demandas, Moncloa reconoce no tener información alguna sobre la amenaza con la que se descolgó Isabel Díaz Ayuso este jueves: abandonar la reunión si el presidente catalán o el lehendakari vasco intervienen en sus turnos de palabra en las lenguas cooficiales. Porque la presidenta madrileña ha vuelto a erigirse en líder espiritual del PP y de la derecha más centralista al plantear desde la Asamblea de Madrid un posible boicot a la Conferencia de Presidentes si Imanol Pradales utiliza el euskera en su turno o Salvador Illa el catalán. “Todo lo que me tengan que decir en los pasillos en español, o lo dicen dentro en el mismo idioma o me saldré”, espetó en la sesión de control a su Gobierno en el parlamento regional. “Ya veré lo que haré con esos pinganillos, no me los pondré. Utilizan el catalán para hacer provincianismo con el secesionismo catalán”, zanjó la presidenta madrileña, mientras la oposición le recriminaba la imputación de sus altos cargos en las residencias o el fraude fiscal que tiene a su pareja muy cerca del banquillo. Desde la Comunidad de Madrid aseguran a elDiario.es que Ayuso lo planteó “como una posibilidad”. Pero, como tantas veces ha ocurrido, a esa simple “posibilidad” ha seguido el silencio de sus compañeros presidentes del PP, y también de la dirección nacional. Todos los líderes autonómicos del PP han optado por permanecer a la espera de lo que haga la lideresa madrileña, y confían en no tener que tomar ninguna decisión porque Illa y Pradales opten por usar solo el castellano, pese a que Illa ha celebrado la posibilidad de poder hablar en catalán. Así lo explican a elDiario.es desde la Junta de Andalucía que preside Juan Manuel Moreno. “Entendemos que todo el mundo hablará en castellano, ya que es el idioma que entienden todos”, aseguran desde su equipo a la pregunta de qué hará Moreno si finalmente se emplea alguna lengua cooficial en las intervenciones de este viernes. Repreguntados por la posibilidad de que, tal y como han informado desde la Generalitat de Catalunya, Illa emplee en parte de su alocución su propia lengua, desde la Junta de Andalucía optan por el silencio. Es la misma reacción que en otros territorios, como Baleares o la Comunitat Valenciana, donde el catalán es también lengua cooficial. Desde el equipo de Marga Prohens se remiten a unas declaraciones de este jueves en las que la presidenta balear evita responder qué hará si Illa usa dicho idioma, y opta por arremeter contra el Gobierno por, dijo, usarlo “para enfrentar y para que estemos hoy hablando sobre en qué lengua hablaremos cada uno”. Pero es Ayuso quien ha puesto este debate sobre la mesa del que los barones prefieren no opinar. elDiario.es ha intentado, sin éxito, saber qué harán el aragonés Jorge Azcón, el murciano Fernando López Miras, que acaba de cerrar un pacto de presupuestos con Vox, o la extremeña María Guardiola. Todos han optado por posponer la respuesta al mismo viernes en función de lo que ocurra. Desde Galicia, el equipo de Alfonso Rueda también despeja las preguntas al respecto. El presidente de la comunidad, territorio histórico y cuna de otro idioma cooficial, “lo verá mañana”, se limitan a responder en referencia al viernes. Rueda es el sucesor de Alberto Núñez Feijóo, quien ha presumido de haber puesto en marcha en Galicia lo que él denomina “bilingüismo cordial”. Pero ante el planteamiento de Ayuso, el líder del PP también opta por ponerse de perfil. “Génova no estará en la Conferencia de Presidentes”, se limitan a responder. En la Moncloa, mientras, aseguran que el PP siempre consigue poner a prueba su capacidad de asombro. “Admitimos que llegamos con un alto grado de incertidumbre a esta cita, porque no han dejado de amenazarnos con no ir. No sabemos si van en serio, pero, sinceramente, confiamos en que a Feijóo le quede algo de respeto por la institucionalidad y no participe de un boicot que nadie entendería”, explican desde el Ejecutivo. Sobre la última salida de tono de Ayuso, el Gobierno combate cualquier tipo de censura a las lenguas cooficiales y recuerda que están protegidas por la Constitución. “¿Qué problema tiene Ayuso con que los presidentes de Catalunya y Euskadi puedan usar sus lenguas? No sabemos si son simples excusas por dar la nota como sea o de verdad desprecian la realidad lingüística de este país, que recoge la Constitución de la que tanto se vanaglorian pero que no respetan”, aseguran. Sin esperanzas de un acuerdo La realidad es que, más allá de que la brecha política que separa al PP y al PSOE se escenifique o no con un plante, no existen esperanzas en la Moncloa en que la cita de este viernes pueda propiciar nada medianamente parecido a un acuerdo. “Hemos tomado la iniciativa con la política de vivienda porque pensamos de verdad que es la urgencia que marca la realidad de una gran mayoría de españoles. Lo hemos propuesto con una intención sincera de explorar un entendimiento, pero somos realistas: el PP está echado al monte y 36 horas después tienen convocada una manifestación en la que nos llaman mafiosos”, apunta el Ejecutivo. Este miércoles, a 48 horas de la reunión de Barcelona, el presidente del Gobierno mandó una carta a los presidentes autonómicos para plantear un pacto de estado en vivienda que triplique la inversión pública. Un acuerdo que implicaría compromisos recíprocos entre el Gobierno central y las comunidades autónomas. “Propongo que tripliquemos la inversión pública en vivienda. Sugiero que pasemos de 2.300 millones de euros a 7.000 millones, de los que el Gobierno de España se compromete a aportar el 60%, unos 4.000 millones”, expuso Sánchez a los presidentesen esa carta. Sánchez puso sobre la mesa, además, que esa inversión pública quede blindada para garantizar el acceso a una vivienda de los millones de españoles que no pueden asumir hoy los precios de un mercado disparado. “Vinculemos esta nueva inversión al compromiso de blindar de forma indefinida la calificación de viviendas con protección pública”, propone. Antes, y en mitad de la auténtica batalla campal en que se ha convertido la política española tras la última ofensiva de la derecha, el Gobierno también movió ficha para evitar que la Conferencia de Presidentes descarrilase antes de tiempo. “Se van a incluir todos, hasta la última coma en su absoluta literalidad”. Así zanjó la ministra portavoz, Pilar Alegría, la polémica creada por el PP a principios de semana, cuando solicitaron incluir en el orden del día hasta ocho puntos nuevos, varios sin alguna relación con las competencias autonómicas. Esa fue la primera amenaza, auspiciada por Feijóo. Ahora queda por ver si la de Ayuso, en su particular carrera por marcar el paso a su jefe de filas, acaba por concretarse o no.