Nos acompaña a todas partes, nos organiza la vida y nos entretiene. Pero, ¿y si el teléfono móvil fuera algo más siniestro de lo que creemos? Un nuevo enfoque sugiere que no es solo una herramienta, sino un parásito moderno que consume nuestra atención y modifica nuestra conducta. Descubre por qué esta teoría evolutiva está ganando fuerza.