El examen de matemáticas aplicadas de la PAU en Andalucía ha generado un enorme descontento entre el alumnado y el profesorado que forma a los estudiantes de Bachillerato. Porque en esta ocasión, los diseñadores del examen han puesto una prueba especialmente difícil.Según están desde este miércoles señalando los docentes desde que tienen en su poder este examen de matemáticas de ciencias sociales, la sensación es la de 'escabechina'. "Hay descontento general. En un año donde se cambiaba el formato de examen, una vez bien entrado el curso. Podrían haber utilizado ejercicios menos rebuscados, por así decirlo", señala un profesor.[articles:335499]Si bien, hay quien le da cierto contexto: "Creo que otros años ha habido preguntas más complicadas. Creo, que si se ha trabajado bien y se han entrenado para examinarse de las EBAU, es un examen en el que se puede sacar una buena nota (de 7 para arriba). No creo que se hayan pasado".Pero "el desconcierto es generalizado" en muchos institutos. "El comentario hoy en mi centro de los de matemáticas era que el examen era difícil. Y por lo que han mostrado al salir del examen los de bachillerato, no ha salido muy bien".[articles:335526]"Se han pasado, no es para nada un examen fácil y menos teniendo en cuenta que estas deben ser las matemáticas menos complejas", añade otro profesor. Otro de esos docentes deja un mensaje muy claro. "Veinte años de experiencia en exámenes PAU, es el más complejo con diferencia. Además el que menos optatividad tiene. Tres pueblos".Un sistema de oposición desequilibradoEl sistema de oposición de la PAU no es del todo igualitario. Y es que un alumno de una comunidad compite con alumnos de su comunidad generalmente para entrar en carreras. Otras personas que hacen su mismo examen y tratan de llegar a las mismas plazas.Pero con esa nota que se obtiene, se compite también contra alumnos de otros años... y de otras comunidades autónomas. Por lo tanto, la dificultad intrínseca al examen debería ser, en principio, similar año por año. De ahí principalmente viene la queja, porque el temor es que los alumnos andaluces este año compitan en desventaja por entrar en la universidad frente a los de otras comunidades.