La investigación abierta en el Tribunal Supremo contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y la fiscal jefa provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, se acerca a su fin. El instructor, Ángel Hurtado, ya ha resuelto las últimas peticiones y recursos que tiene sobre la mesa. Y las partes implicadas van fijando posiciones sobre el futuro del caso. En los próximos días, el magistrado deberá decidir si tiene indicios suficientes como para procesar al jefe del Ministerio Público o si no le queda más remedio que archivar la causa ante la ausencia de elementos de peso que sitúen a García Ortiz detrás de la filtración investigada. Un paso que dará tras haber escuchado a la pareja de Isabel Díaz Ayuso y a su letrado, cuyos testimonios dejaron varias contradicciones.Alberto González Amador se sentó en el Alto Tribunal el viernes 23 de mayo. Lo hizo como testigo, por lo que tenía obligación de decir la verdad so pena de un delito de falso testimonio. Y siendo consciente de que el martes siguiente su abogado Carlos Neira, el que mandó en nombre del empresario el correo que buscaba un pacto con Fiscalía y reconocía la comisión de dos delitos fiscales –el mail con fecha de 2 de febrero filtrado sobre el que gira todo este caso–, se sentaría en aquella sala. La comparecencia se extendió algo más de una hora. En ella, González Amador se desvinculó de aquel correo remitido al Ministerio Público. Dijo que lo hizo el letrado por su propia cuenta. Algo que sorprendió incluso al instructor. "Yo quiero que quede claro una cosa, jamás tuve conocimiento de ese correo. Pero es que es peor, jamás participé en ese correo, jamás me preguntó si el contenido me parecía bien o mal", lanzó el empresario. Esta versión coincide, en este punto concreto, con la que ofreció el abogado la semana siguiente. "Yo elegí el contenido que consideraba que era el más apropiado para agilizar al máximo posible la propuesta de conformidad penal. En cuanto a ese correo, no se lo reenvié a mi cliente, eso es cierto, no tenía conocimiento", aseveró Neira, cuya testifical ante el instructor de la causa se resolvió en algo menos de una hora.Pero la transcripción de las declaraciones, a la que ha tenido acceso este diario, pone de manifiesto una discrepancia en torno a quién tomó la decisión de buscar una conformidad con el Ministerio Público. La pareja de la presidenta madrileña descargó esa responsabilidad en el letrado. Él fue, sostuvo ante el instructor, quien eligió el camino a seguir. "Yo lo que dije es: oye, vosotros sois los expertos, tenéis la capacidad jurídica, la capacidad técnica para saber cuál es el camino que hay que recorrer, lo dejo en vuestras manos", aseguró González Amador. Una idea en la que insistió una y otra vez: "Yo lo que estaba abierto es a que mi abogado tomara la opción, o sea, yo no soy jurista".Pero el relato de Neira difiere en este punto. El abogado aseguró que recibió luz verde de su representado para buscar ese pacto con Fiscalía. "Mi cliente me dice que su prioridad es causar el menor daño posible a su pareja y que lo que pretendía era que el procedimiento fuese lo más rápido posible y hacer el menor ruido. Entonces, le aconsejo una conformidad penal, él me dice que entiende lo que es y que adelante, que ya lo deja en mis manos", resumió el letrado. Es con "ese mandato" con el que Neira envió a una dirección genérica de la Fiscalía de Delitos Económicos el mail sobre cuya filtración gira toda la causa contra el jefe del Ministerio Público.Cuando vio la luz aquel correo, que tumbó el bulo que entonces estaban moviendo desde la Puerta del Sol, González Amador entró en cólera: "Cuando veo la frase de 'ciertamente se han cometido dos delitos', no recuerdo exactamente la literalidad, pero vamos, poco menos que como que yo reconocía que era culpable, como que confesaba, el cabreo que me cogí fue monumental porque no entendía nada". Y eso que, poco después, la pareja de Isabel Díaz Ayuso reconoció abiertamente que su letrado le había explicado que pactar llevaba aparejado el reconocimiento de los hechos. Algo que Neira le recordó cuando el empresario le pidió explicaciones tras la filtración del mail.El abogado, de hecho, resaltó en su declaración ante el instructor que había informado a su cliente al milímetro sobre lo que implicaba la conformidad. Para su caso, en aquella reunión de la que habría salido con la luz verde del empresario, planteó la posibilidad de buscar un pacto de acuerdo al protocolo de conformidades penales de la Agencia Tributaria. "Es una multa de en torno al 40% y pena de prisión de cuatro meses por delito. Mi idea es solamente plantear la conformidad respecto a los delitos fiscales y no respecto a la falsedad documental y, lógicamente, plantear la suspensión de la pena", apuntó. De hecho, esa fue la propuesta que remitió en el documento que adjuntó al correo filtrado.El relato de ambos también choca respecto a la fecha de aquel encuentro. Neira aseguró que se celebró el 30 de enero, setenta y dos horas antes de que enviase a Fiscalía el mail reconociendo los hechos. Sin embargo, la pareja de Isabel Díaz Ayuso sostuvo que el encuentro en el que se le informó de la posibilidad de buscar una conformidad se produjo "en octubre": "Desde ese momento, yo me desentendí hasta enero, que fue cuando le volví a preguntar". Entonces, el abogado le dijo que aún no había ni denuncia. El empresario pidió entonces que le avisara en el momento en el que supiera algo. Pero no volvió a saber nada hasta el 11 de marzo, pocas horas antes de que la Fiscalía presentara una denuncia contra él por fraude fiscal y falsedad documental.Esto vuelve a chocar, no obstante, con el relato ofrecido por el abogado. Un mes antes, el 12 de febrero, el fiscal Julián Salto respondió al correo que envió a comienzos de mes Neira y le manifestó que tomaba nota "de la voluntad de su cliente de reconocer los hechos y satisfacer las cantidades defraudadas". Y tres días después, el 15 de febrero, ambos se encontraron en los juzgados de Plaza de Castilla. "Lógicamente, informé a mi cliente de esto, que ya había un fiscal, que ya había hablado con él, que estaba todo en marcha", explicó al instructor de la causa.