Decir Quirós en Jerez no es mencionar cualquier cosa. Son casi siglo y medio de historia en la ciudad que acumulan todo tipo de anécdotas, vivencias y relaciones cercanas entre sus propietarios y sus clientes, fieles de generación en generación en muchísimos casos.Quirós ha querido irse en silencio, pero es ya vox populi en Jerez que este mes de junio será el último en el que permanezca abierta la última droguería de la ciudad. Una tienda altamente especializada que también ha sido un gran laboratorio fotográfico que ha revelado gran parte de las pequeñas grandes historias de su ciudad. Francisco Quirós Quirós, de orígenes asturianos, abrió esta droguería en la calle Medina con apenas 16 años, y luego, cumplidos los 18, se mudó a su mítico emplazamiento de la calle Consistorio número 12, donde fue un auténtico baluarte del comercio del centro de Jerez.Un negocio con mucha soleraJosé Quirós Peña tomó el relevo —ampliando el negocio con la apertura de una farmacia— y la periodista Pilar Nieto recordaba los orígenes de esta mítica tienda en una entrevista a finales de los 80 en Diario de Jerez con José María Quirós Carrasco, nieto del fundador. Muy vinculado al mundo del jerez y las bodegas, fue también fundador de la Real Academia de San Dionisio de la ciudad e incluso cuenta con una calle que le homenajea en su tierra. Con 146 años de historia, Quirós cerrará su establecimiento en avenida Ingeniero Ángel Mayo. Allí hubo tiempo en el que coexistió con su gran establecimiento de Consistorio y donde ha permanecido tras el cierre en pleno centro de la ciudad.Allí han seguido encontrándose productos casi imposible de comprar en otra parte y allí cuelga del escaparate un cartelón donde las fotos están al 50%. Últimos días para pisar el suelo de una de las últimas tiendas históricas de la ciudad que despide a sus hijos comerciales más ilustres. No hay relevo generacional, es el motivo que ofrecen a muchos de sus clientes habituales, en una despedida de un comercio que quedará por siempre en la retina de la ciudad, como las fotos de tantos y tantos carretes que se despacharon en sus mostradores.