Los traslados de imágenes a altares del Corpus de Sevilla, una larga historia de vaivenes

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La historia del Corpus Christi de Sevilla está jalonada de cambios y modificaciones que llegan hasta la actualidad. Entre ellos, están la preparación de los altares para recibir al Santísimo Sacramento y los traslados de imágenes hasta los mismos, algo que se ha repetido en las últimas décadas pero que también ha tenido vaivenes. Ya forma parte de la 'liturgia' del Corpus según Sevilla que la Virgen de la Hiniesta y el Señor de la Cena se trasladen a sus altares para estar presentes ante el paso de la Custodia . Sin embargo, hay otras imágenes que han estado en otros puntos del recorrido y que han tenido que recibir hasta permisos por parte de la autoridad eclesiástica y del Ayuntamiento. Se ha cumplido ya el medio siglo desde que el titular de la hermandad de los Terceros se traslada hasta el altar en el lateral del Palacio Arzobispal pero otras imágenes de corporaciones penitenciales han salido de sus templos en esta Fiesta Mayor de la ciudad. Por ejemplo, el Sagrado Decreto de la Trinidad fue hasta la plaza del Salvador a mediados de los años 90 sobre el paso de la Divina Pastora de Santa Marina mientras que en la década anterior, este misterio formó parte de un 'altar' en el balcón principal de la entonces Caja de Ahorros San Fernando en la plaza de San Francisco. Cuando llega el siglo XXI, las hermandades de gloria buscan un hueco en el Corpus Christi y se organizan para que una imagen presida un altar en la avenida de la Constitución . Así lo comienza en el 2000 la Pura y Limpia, en 2001 fue la Virgen de Araceli de San Andrés, en 2002 la de Montemayor de San Juan de la Palma, en 2003 la de la Sierra de San Roque o en 2004 la de Valme de Bellavista. Esta iniciativa sirvió para continuar revitalizando hermandades que se encontraban con poca actividad y todas las que se han nombrado salvo la de Bellavista que se encuentra suspendida, son corporaciones que tienen sus cultos anuales en el amplio calendario de las glorias sevillanas. Como curiosidad, el lugar donde se montaba este altar apenas se ha vuelto a ocupar salvo en algunas ocasiones como uno preparado por San Gonzalo en 2017, en 2022 por el Santo Ángel, en 2023 por Valme de Dos Hermanas o en 2024 por el Baratillo. Otros traslados extraordinarios que se han producido a lo largo de las décadas han producido más 'desencuentros' con la autoridad eclesiástica. Uno de ellos fue el del simpecado de la Asunción de Cantillana hasta el altar del Corpus de la calle Sierpes . Estaba previsto que fuera desde la parroquia de San Lorenzo hasta este lugar pero finalmente, no se produjo porque no se había autorizado por Palacio en 2013. Dos años más tarde, sí salió un paso desde el Santo Ángel como fue el del misterio de la aparición de Cristo a Santa Teresa, todas obras de Francisco Romero Zafra. Este conjunto presidió un altar en la plaza del Salvador yendo y volviendo del convento carmelita con música. Desde este enclave, también salió otra talla de la santa de Ávila del siglo XVII pero para presidir un altar en la avenida de la Constitución en 2022. Este año, volverá a salir por los 450 años de la visita de la reformadora de los carmelitas a Sevilla. Por último, hubo un traslado de una asociación civil a un altar como fue la del Consuelo y Esperanza con su Cristo en 2015 desde el colegio de la Salle - La Purísima hasta la Cuesta del Rosario. Por lo tanto, se puede comprobar cómo estos traslados se han sucedido a lo largo de los años pero tienen que estar supeditados a la autoridad eclesiástica, la cual tampoco quiere transformar las vísperas del Corpus Christi en una sucesión de procesiones por las calles.