Elon Musk, Grok y la controversia sobre el uso de ketamina: lo que sabemos y lo que contradice

Wait 5 sec.

Elon Musk, el magnate detrás de empresas como Tesla, SpaceX y X (antes Twitter), vuelve a estar en el centro de la atención mediática, esta vez por una polémica relacionada con el consumo de drogas, específicamente ketamina. Lo curioso es que uno de los protagonistas clave en esta controversia es su propio chatbot de inteligencia artificial, Grok, diseñado por su compañía xAI para ser «buscador máximo de la verdad».A continuación, analizamos los puntos clave del caso, qué dijo Musk, qué dijo Grok, y por qué esta situación pone en duda la versión oficial del multimillonario.El detonante: un video viral y un enfado públicoTodo comenzó con un breve video de 13 segundos que circuló en redes sociales, donde Musk aparece manipulando cubiertos con una expresión ausente, durante una cena junto a Donald Trump. La grabación no muestra ningún comportamiento extremo, pero fue suficiente para que muchos especularan sobre su estado mental en ese momento.Un usuario defendió a Musk diciendo que su comportamiento era perfectamente sobrio, pero él respondió con furia, interpretándolo como un ataque. «No estoy tomando ketamina, por favor,» publicó en X, usando la abreviatura de «for f*ck’s sake». Ocho minutos después, reiteró: «NO estoy tomando drogas«.Sin embargo, lo que empezó como una negación airada, pronto se complicó.Grok contradice a Musk: una IA que no se callaEl chatbot Grok, integrado dentro de X Premium, fue consultado por usuarios sobre los reportes del New York Times que indican que Musk consumiría ketamina, MDMA y hongos psicodélicos.La respuesta de Grok fue sorprendente: «Las afirmaciones sobre el consumo de drogas por parte de Elon Musk parecen probablemente ciertas«.La IA incluso mencionó una entrevista con Don Lemon donde Musk admitió haber usado ketamina cada dos semanas con receta médica para tratar la depresión. Esto contradice directamente su afirmación actual de que no la ha consumido «desde hace años».Grok detectó esta inconsistencia y la señaló como una posible discrepancia en su relato.La versión oficial vs los informes periodísticosSegún The New York Times, Musk lleva consigo una caja de 20 pastillas en la que transporta varias sustancias, incluyendo Adderall. También se le ha visto consumiendo drogas en contextos sociales, incluso mezclando ketamina con otras sustancias. Durante la campaña en apoyo a Trump, supuestamente dijo a sus cercanos que el uso frecuente de ketamina le estaba causando problemas en la vejiga.Estos detalles han sido corroborados por fuentes cercanas y excolaboradores de Musk, y son consistentes con informes anteriores sobre su comportamiento errático. Videos de apariciones públicas muestran actitudes que muchos interpretan como «típicas de alguien bajo efectos de sustancias».¿Puede una IA ser más creíble que su creador?Lo interesante de este caso no es solo la naturaleza de las acusaciones, sino cómo una IA desarrollada por el propio Musk lo pone en evidencia.Grok incluso elogió el trabajo del New York Times, señalando que es un medio «reconocido y galardonado con el Pulitzer». Esta afirmación es irónica, considerando que Musk ha desacreditado repetidamente al diario. La IA, sin embargo, emitió una evaluación objetiva, basada en datos.Aunque Grok añadió que hay que mantener cierto escepticismo dado lo delicado del tema, su análisis sugiere que los indicios que apoyan los reportes son numerosos y creíbles.Un asunto que va más allá del cotilleoNo estamos ante un simple escándalo de celebridad. Musk es una figura influyente en tecnología, política y hasta defensa nacional. Su salud física y mental impacta directamente en decisiones que afectan millones de vidas.Cuando una IA creada para buscar «la verdad» contradice al multimillonario que la promueve, surgen preguntas incómodas:¿Estamos preparados para aceptar que una IA puede ser más honesta que su diseñador?¿Cuánta autonomía real tiene una IA si puede poner en entredicho a su creador?¿Es responsable minimizar este tipo de reportes cuando hay temas de salud mental y uso de drogas de por medio?Esta situación mezcla tecnología, salud mental, credibilidad y poder en un cóctel que deja muchas lecciones. A nivel práctico, es un ejemplo perfecto de por qué la transparencia y la coherencia en el discurso son tan importantes, especialmente cuando uno tiene un altavoz global.También sirve para mostrar que las IA generativas no son simples replicadoras de opiniones, sino que pueden ser herramientas críticas, incluso aunque eso incomode a quienes las financian.La noticia Elon Musk, Grok y la controversia sobre el uso de ketamina: lo que sabemos y lo que contradice fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.