El sector del metal en la provincia de Cádiz se encuentra ante un posible escenario de huelga, en un momento que algunos representantes laborales consideran uno de los más favorables para el sector naval y de energía offshore de los últimos años. La carga de trabajo actual supera la registrada durante la huelga de 2021, lo que podría otorgar mayor capacidad de presión a las reivindicaciones de los trabajadores.[articles:335518]Empresas como Navantia y Dragados acumulan un volumen de actividad significativo. Dragados ha realizado inversiones en terrenos ubicados en Campamento (San Roque) y en Puerto Real, mientras que Navantia ha adquirido dos astilleros en Reino Unido, asumiendo también las plantillas de ambas instalaciones. En este contexto, desde algunos sectores se cuestiona si la presión para ajustar los costes proviene de las grandes compañías o si las auxiliares están priorizando el beneficio económico sobre el cumplimiento del convenio colectivo.[articles:335537]Las negociaciones del nuevo convenio se están desarrollando entre los sindicatos CCOO y UGT, sin que, según denuncian desde la Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM), se haya consultado al conjunto de los trabajadores. La ausencia de mecanismos para que estos puedan opinar o votar sobre las propuestas y decisiones clave, incluida una eventual convocatoria de huelga, ha generado críticas hacia el modelo de representación actual.Convenios caducadosAmbos convenios colectivos, tanto el de los trabajadores de Navantia como el de las empresas auxiliares, se encuentran caducados. Desde la CTM se ha planteado la posibilidad de una acción conjunta, lo que permitiría, por primera vez, una defensa unificada de los derechos laborales de todos los empleados del sector. Sin embargo, esta propuesta, promovida por un delegado en Navantia San Fernando, no ha sido aceptada por el resto de interlocutores.La huelga de 2021 permanece como referente inmediato para muchos trabajadores, especialmente por las demandas centradas en el cumplimiento del convenio colectivo. Desde distintos sectores laborales se subraya la importancia de que los futuros acuerdos no queden sin seguimiento ni fiscalización, con el fin de evitar que los compromisos adquiridos se conviertan en meras formalidades sin aplicación real.