La NASA ha confirmado el hallazgo de un nuevo objeto interestelar que atraviesa nuestro Sistema Solar a gran velocidad. Catalogado como 3I/Atlas, este cuerpo celeste se convierte en el tercer visitante procedente de más allá del Sol que logra ser identificado por la humanidad. Su descubrimiento ha generado entusiasmo entre la comunidad científica por las posibilidades de aprendizaje que ofrece.¿Qué es 3I/Atlas y por qué es especial?El objeto fue inicialmente detectado por el sistema de vigilancia ATLAS, financiado por la NASA y ubicado en Hawái. Su designación inicial, A11pl3Z, fue sustituida tras confirmarse su origen interestelar. Lo interesante de 3I/Atlas es su tamaño estimado, de entre 10 y 20 kilómetros de diámetro, lo que lo convertiría en el mayor objeto interestelar jamás detectado.A diferencia de los asteroides y cometas habituales, que están ligados gravitacionalmente al Sol, este visitante sigue una trayectoria hiperbólica, es decir, pasa por el Sistema Solar una sola vez antes de volver a perderse en el espacio profundo. Esto lo distingue claramente como un cuerpo proveniente del exterior de nuestro vecindario cósmico.Cometa y no asteroide: ¿qué nos dice su composición?Según los primeros análisis, 3I/Atlas ha sido clasificado como un cometa, debido a su apariencia difusa o «borrosa», lo que sugiere una composición mayoritariamente de hielo en lugar de roca sólida. Este tipo de materiales tiende a sublimarse al acercarse al Sol, formando una coma brillante y, a menudo, una cola.Jonathan McDowell, astrónomo del Centro Harvard-Smithsonian, explicó que este tipo de objetos podrían haberse formado cerca de otros sistemas estelares. En algún momento, la interacción gravitatoria con una estrella cercana los habría expulsado, convirtiéndolos en viajeros errantes de la galaxia.¿Hay peligro para la Tierra?Richard Moissl, responsable de defensa planetaria de la Agencia Espacial Europea, ha descartado cualquier amenaza para nuestro planeta. 3I/Atlas pasará por el interior de la órbita de Marte, pero sin acercarse lo suficiente como para generar preocupación.Actualmente se encuentra aproximadamente a la distancia de Júpiter, pero se moverá cada vez más cerca del Sol hasta finales de octubre. Será observable con telescopios desde el hemisferio sur hasta bien entrado el próximo año.Una velocidad impresionanteUno de los aspectos más llamativos de este objeto es su velocidad: más de 60 kilómetros por segundo, una cifra considerablemente superior a la de los otros dos objetos interestelares detectados anteriormente: ‘Oumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019. Esta rapidez es otro indicio de su origen extragaláctico, ya que los cuerpos ligados al Sol no alcanzan tales velocidades.¿Cuántos más hay ahí fuera?Aunque solo se han detectado tres objetos interestelares hasta ahora, los modelos astronómicos sugieren que podría haber miles atravesando el Sistema Solar en cualquier momento. Sin embargo, la mayoría serían demasiado pequeños o débiles para ser detectados con los telescopios actuales.Eso podría cambiar pronto gracias al Observatorio Vera C. Rubin en Chile, que comenzará a operar en breve. Este potente instrumento podría permitir la detección mensual de estos viajeros cósmicos, abriendo una nueva etapa en el estudio de materiales provenientes de otros sistemas solares.Un laboratorio natural sobre los orígenes de la vidaLos científicos ven en estos objetos una oportunidad única para estudiar materiales primitivos que podrían contener pistas sobre el origen de la vida. Si se encontraran compuestos como aminoácidos en alguno de ellos, eso respaldaría la idea de que las condiciones necesarias para la vida no son exclusivas de nuestro planeta ni de nuestro Sol.Aunque por ahora no es factible enviar una misión para interceptar a 3I/Atlas, su paso ofrece una excelente oportunidad para recopilar datos desde la Tierra, mediante espectroscopía y seguimiento telescópico.Tercer capítulo de una saga espacialCada visitante interestelar nos ha dejado lecciones valiosas. ‘Oumuamua sorprendió por su forma y comportamiento inusual, al punto de que algunos científicos plantearon hipótesis poco ortodoxas como la de una sonda alienígena. 2I/Borisov, por su parte, fue más fácil de estudiar y confirmó que estos objetos pueden tener similitudes con los cometas del Sistema Solar.Con 3I/Atlas se abre una nueva página. Su tamaño, velocidad y composición lo convierten en un objeto de gran interés, tanto para entender la dinámica del cosmos como para reflexionar sobre nuestra posición en él. Es como si, de vez en cuando, el universo nos enviara una postal de lugares lejanos que aún no podemos visitar.La noticia 3I/Atlas: el mayor visitante interestelar detectado cruza nuestro Sistema Solar fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.