Aunque muchas personas critican Death Stranding 2 por ser aburrido y un simulador de andar, Kojima ha mejorado el combate de este segundo juego y escondido mecánicas y armas disparatadas.Una de las críticas más comunes tanto a Death Stranding 2 como a su predecesor es que es algo así como un walking simulator venido a más, un juego que sólo consiste en llevar paquetes de un sitio a otro de forma aburrida. Ya en la anterior entrega de la saga de Kojima Productions quedó demostrado que no era así, pero en este segundo juego la cosa ha evolucionado y sobre todo en lo que respecta a las armas y el combate a Kojima parece que se le ha ido la olla más todavía.Ya sabíamos que Death Stranding 2 iba a mejorar el combate por ser uno de los aspectos menos refinados del primer juego, haciéndolo más satisfactorio y orgánico en el mundo abierto, así como dándole más importancia, pero lo que no sabíamos es que Kojima tenía bajo la manga un montón de mecánicas que convierten a Sam Porter no sólo en un luchador letal y acrobático sino que también le dan una diversión alocada a los enfrentamientos contra enemigos humanos.Un alocado gameplay de Death Stranding 2 que demuestra que no es un simple walking simulatorAsí lo demuestra este vídeo del usuario Dan Allen Gaming, que ha publicado en YouTube unos 5 minutos de gameplay alocado de Death Stranding 2 con el título 'es sólo un walking simulator' en tono de sorna. En él podemos ver movimientos imposibles que están muy alejados de la concepción que muchas personas tienen del juego de Kojima: saltos imposibles, acrobacias, combos, armas pasadas de rosca y remates dignos de una película de humor. Eso sí, os recomendamos evitar este vídeo si queréis descubrir todas estas técnicas y armas de Death Stranding 2 por vuestra cuenta.Death Stranding 2 está disponible exclusivamente en PS5. En Vandal podéis encontrar una guía y leer un análisis en el que concluimos que "es una secuela fantástica que mejora los aspectos jugables de la primera entrega y que, si hablamos de lo audiovisual, es toda una obra maestra a pensar de perder el factor sorpresa de su antecesor".