Hoy ha cumplido 90 años el dalái lama, un simple monje o un lobo disfrazado con hábitos de monje, según atendamos a sus palabras o las de Pekín. Sus planes de reencarnación desvelados durante la semana de celebraciones multitudinarias en Dhramsala, donde ha vivido desde que huyó de Lhasa, han sacado de la nevera la causa tibetana, eclipsada durante años por los vecinos uigures.Seguir leyendo....