Encender y apagar las luces. Hay habitaciones de algunos hoteles donde para llevar a cabo esta operación es necesario haber realizado un máster en la NASA. Todo acaba con dos opciones: llamando a recepción pidiendo auxilio o, no siempre funciona, quitando la tarjeta magnética del lector radicado al lado de la puerta. La iluminación, al igual que ocurre con estas complejas duchas que son capaces de abrasarte la cabeza o el cuerpo si no aciertas con el giro por culpa de los grifos modernos, son dos de las causas de mayor malestar (vecinos de habitación al margen) de los hoteles.Seguir leyendo....