El primer semestre de 2025 ha resultado ser uno de los más agitados e imprevisibles de la última década en los mercados financieros globales. Lo que empezó con moderado optimismo, sustentado en la esperanza de recortes de tipos y en un crecimiento económico ordenado, ha derivado en un entorno volátil marcado por aranceles, tensiones geopolíticas, movimientos inesperados en las divisas, y una clara divergencia entre Europa y Estados Unidos.Seguir leyendo....