El Consorcio de Toledo, a través de la convocatoria destinada a Bienes de Interés Cultural, va a propiciar un original proyecto para la supervivencia de los conventos toledanos. Las Capuchinas y los padres Carmelitas Descalzos han solicitado ya subvenciones para rehabilitar algunas dependencias sin uso de sus históricos edificios destinadas a viviendas de alquiler para jóvenes, sin uso turístico, según confirmó a ABC el gerente del Consorcio, Jesús Corroto. El convento de la Purísima Concepción, conocido como el de las Capuchinas, situado en la plaza de las Tendillas, es uno de los más desconocidos y ricos de la ciudad, y se encuentra completamente vacío desde hace seis años. Ahora, la comunidad religiosa, que vive en Andalucía, ha apostado por encomendarse al Consorcio para buscar una solución que le aporte algo de ingresos para su mantenimiento. Las madres capuchinas cerraron las puertas de su convento en 2006 y abandonaron la ciudad. Desde esa fecha el patrimonio atesorado durante siglos permaneció bajo la custodia de las carmelitas descalzas de Grajal de Campos (León), que en julio de 2019, también se marcharon para instalarse en el convento de las Carmelitas, cercano a la puerta del Cambrón. El caso del convento de los padres Carmelitas Descalzos, que también se ha sumado a este proyecto, es diferente. Situado en la plaza que lleva su nombre, cerca de Alfileritos, en plena zona de Cobertizos, este monasterio mantiene su actividad y cuenta, además, con una hospedería, su Casa de Espiritualidad. En uno de los edificios sin uso de todo este conjunto monumental edificado entre 1643 y 1655 se quieren habilitar apartamentos de alquiler, también para ayudar a su mantenimiento, cuyos costes, como el resto de conventos, son muy altos. Jesús Corroto apuesta por este proyecto, en la línea del Consorcio de dar vida a los conventos y evitar su desaparición por la falta de vocaciones. Así, explica que se cumple un doble objetivo: «Con nuestra ayuda ofrecemos vivienda de alquiler y, a cambio, los conventos obtienen ingresos para su mantenimiento, pero el edificio sigue siendo de la orden religiosa; matamos dos pájaros de un tiro». Por un lado, «ayudamos a las órdenes religiosas a para que puedan subsistir y, a la vez, ofrecemos vivienda para jóvenes y no turística; las órdenes religiosas necesitan un mantenimiento y una estabilidad económica y cumplimos también posibilitando que edificios que están abandonados puedan ser para jóvenes de la ciudad, que puedan tener un alquiler asequible mientras que la orden religiosa puede mantener su patrimonio vivo y obtener un ingreso económico». Los conventos no se pueden segregar porque son bienes culturales y forman parte del patrimonio de la ciudad y con este modelo adoptado por el Consorcio se va a permitir dar un balón de oxígeno a estas comunidades religiosas. El gerente del Consorcio reconoce que «el proyecto no es fácil», pero considera que esta institución es la más adecuada para hacerlo realidad con todas las garantías. Ya se han presentado las solicitudes y ahora se tendrán que valorar y someterse a una puntuación, en función de la zona, la urgencia o la cuantía de la subvención. Esta iniciativa fue una de las planteadas durante el I Congreso Internacional de Conventos que el Consorcio promovió en noviembre de 2023 en Toledo, en donde se pusieron en común diferentes perspectivas y puntos de vista sobre la situación actual de estos espacios religiosos y patrimoniales no solo de Toledo, sino de otras ciudades del mundo. La principal conclusión fue que los conventos de la ciudad necesitan un Plan Estratégico que dote de esperanzas para su mantenimiento a largo plazo. Y en eso están con medidas tan innovadoras como la que se va a poner en marcha próximamente.