El PP vuelve a agitar el bulo del fraude en el voto por correo y el PSOE compara a Feijóo con Alvise

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Los populares recuperan el bulo del fraude en el voto por correo y coquetean con un inverosímil plante al rey en Barcelona para boicotear la conferencia de presidentes convocada por Sánchez; el PSOE achaca la estrategia exaltada a la debilidad política de Feijóo, al que compara con AlviseEl PSOE prevé expulsar a Leire Díez si constata que maniobró en nombre del partido Una “guerra sucia” contra “jueces, fiscales y la UCO de la Guardia Civil” que exige las explicaciones del presidente en el Congreso. Un posible fraude electoral a gran escala cometido desde Correos en las elecciones de 2023. Una amenaza de no acudir a la Conferencia de Presidentes prevista para el próximo viernes en Barcelona, lo que implicaría plantar a Felipe VI. Todo ello, trufado de declaraciones grandilocuentes en las que se señalan supuestas connivencias de ministros del Gobierno con las drogas. Son los nuevos escalones del continuo ascenso del PP al Olimpo de la crispación política a la que Pedro Sánchez ha pedido contraponer gestión cuando cumple siete años en la Moncloa. El PP intenta convertir cada nuevo escándalo contra el Gobierno en el definitivo, el que tumbará a Pedro Sánchez. Llevan así desde que, en 2020, el PSOE firmó con Unidas Podemos el primer Ejecutivo de coalición. Entonces era Pablo Casado el jefe de la oposición. Hoy es Alberto Núñez Feijóo, quien llegó a Madrid en 2022 con la vitola de “gestor” e intenta ponerse tres años después a la cabeza de quienes lanzan las peores acusaciones contra los partidos del Consejo de Ministros. Este lunes lo hizo por vía interpuesta, a través de su portavoz nacional. Borja Sémper recuperó en una rueda de prensa el bulo sobre un hipotético fraude electoral cometido en las elecciones del 23 de julio de 2023, aquellas tras las que Feijóo se quedó apenas a cuatro escaños de poder gobernar de la mano de Vox. Entonces fue el propio candidato quien alentó la conspiración. Y eso que, entre 2000 y 2004, él mismo fue presidente de Correos. Sémper aseguró que el PP “no duda” de “funcionarios” y “carteros y carteras”. Y preguntado expresamente por las dudas concretas que tienen en el partido, o por los mecanismos que pudieran haber permitido ese fraude masivo, no quiso señalarlas. No quiso o no pudo. “La duda es Leire”, se limitó a replicar, en referencia a la militante socialista que ha saltado a los titulares y que estuvo contratada en la empresa pública. Este lunes se publicó un mensaje de la propia Leire Díez en el que presumía de su paso por Correos y, en concreto, del éxito del proceso electoral del 23J, en el que se emitieron más de 2,47 millones de votos postales, aproximadamente el 10% del total. Unos números casi inéditos. “Esta fiel trabajadora del ‘sanchismo’ tuvo la responsabilidad de gestionar el voto por correo”, dijo Sémper. Una afirmación desmentida por la propia empresa pública en un comunicado: “Nunca fue responsable del voto por correo”. Aún así, el PP la citará a ella y al que fuera su jefe en Correos, Juan Manuel Serrano, a la comisión de investigación que comenzó para analizar el ‘caso Koldo’ y que, gracias a su mayoría absoluta, usa para casi cualquier asunto. Sánchez al Congreso, el PP a la calle La ofensiva del PP no se quedará en Díez y Serrano. El partido de Feijóo ha pedido que Pedro Sánchez explique ante el Pleno del Congreso la “guerra sucia ejecutada por una militante socialista” contra “jueces, fiscales y la UCO de la Guardia Civil”. También los ministros del Interior, Fernando Grande Marlaska, y de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños. Se han registrado preguntas parlamentarias y el próximo domingo el propio Feijóo encabezará una concentración convocada por el PP en la Plaza de España de Madrid bajo el lema “mafia o democracia”. Este pasado fin de semana se produjo un ensayo, también en Madrid, para celebrar la mitad de la legislatura de Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida. La presidenta de la Comunidad, que mantiene abierta su propia guerra personal con el Gobierno, llegó a compadecerse de su jefe de filas, al que dijo que “así es muy difícil hacer oposición”. Ayuso elevó el listón de sus ataques al Ejecutivo cuando se dirigió expresamente a la ministra de Sanidad y exrival en Madrid, Mónica García, de quien dijo que “le gustan los porros”. “Y a mí, la fruta”, ironizó con la expresión que acuñó para intentar enmascarar el insulto que le espetó desde la tribuna de invitados del Congreso a Sánchez durante una comparecencia del presidente. El PP incluso coquetea con plantar a Sánchez en la Conferencia de Presidentes que se celebrará este viernes en Barcelona si el jefe del Ejecutivo no asume el orden del día que quiere el PP, que incluye materias fuera del ámbito autonómico como la gestión de las fronteras. “Si el Gobierno vuelve a dar un portazo, vuelve a pasarse por el arco del triunfo el reglamento, veremos cuál es la respuesta que adoptan los presidentes de las comunidades autónomas. No descarte usted ninguna posibilidad”, respondió Sémper a preguntas de los periodistas. El problema para el PP es que plantar a Sánchez en Barcelona implica plantar también al rey Felipe VI, quien presidirá un desayuno previo a la Conferencia que reunirá a todas las autoridades. Lo que aseguran en el Gobierno es que el nivel de exabruptos y decibelios de la oposición es proporcional a la debilidad política de Feijóo. En el PSOE dibujan a un líder del PP “hundido” en la valoración entre sus propios votantes y decidido a plagiar a la desesperada cada uno de los marcos de Vox. “No es ni el primer líder favorito para presidir el país ni tampoco el segundo. Se sitúa por detrás del presidente Pedro Sánchez, pero también de Abascal. Tanto griterío y tanta hiperventilación terminarán provocando que termine igual que Casado, pero sin la decencia de haber denunciado posibles casos de corrupción en la Comunidad de Madrid”, señalan los socialistas al hilo de la encuesta de 40dB publicada en la Cadena SER y El País. Creen en el Ejecutivo que la versión más exaltada del hombre que llegó desde Galicia “a no insultar” y que ahora se refiere al presidente del Gobierno como el “capo de una mafia” tiene que ver precisamente con que se siente acorralado: entre la frustración arrastrada de su inesperado fracaso electoral en las generales, entre la competición con la ultraderecha por liderar el antisanchismo y entre la presión de Isabel Díaz Ayuso, a quien le otorgan la capacidad de marcarle el paso al líder de su partido y de blindarse de cualquier reproche interno a pesar del escándalo de las residencias, ya judicializado, o del presunto fraude fiscal de su pareja. De la presidenta madrileña, precisamente, llamó la atención una frase en particular de entre todas las salidas de tono que protagonizó en el acto del PP del domingo. Tras acusar a la ministra de Sanidad de “gustarle los porros” interpeló directamente a la Unión Europea a intervenir en España por el supuesto riesgo para la democracia que supone Pedro Sánchez. “Señores de la Unión Europea, ¡Párenlo! ¿Qué más tiene que pasar? Europa debería ponerle ya los pies en el suelo y pararle de una vez. Tanto que miran a Hungría y a Turquía... ¿Qué está pasando en España? Señores de la Unión Europea, ¿qué más tiene que pasar?”, dijo Ayuso. A esa caricatura respondió este lunes el presidente del Gobierno tras cumplirse justo siete años de su llegada a la Moncloa, una efeméride en la que sustentó la imagen exterior de España que contrapuso a la alerta por apocalipsis remitida por la presidenta madrileña. “La España de hoy es un país que es motor del crecimiento económico de Europa, que inspira al mundo en derechos y libertades sociales, y también en cohesión social y territorial. Ese es el resultado de estos siete años en los que España no ha dejado de avanzar, por adversas que hayan sido las circunstancias”, reivindicó. Ante la foto del desastre que intenta imponer la derecha, Sánchez sacó pecho durante la inauguración del nuevo Hospital Universitario de Melilla, una reivindicación histórica de la ciudad autónoma. “Aquel 1 de junio de 2018 marca un antes y un después en la apuesta por reforzar el estado del bienestar, un antes y un después en la lucha contra la precariedad laboral, con más y mejor empleo y más dignidad salarial. Y también en la defensa de nuestras pensiones y en el compromiso con la sanidad pública. Porque, donde hubo despidos masivos y se cerraban plantas hospitalarias, hoy se abren hospitales públicos”. El llamamiento del presidente a su Gobierno en plena ofensiva de la oposición fue, de hecho, ahondar en la gestión del Ejecutivo para aportar certezas que contrarresten al ruido. Y para desechar cualquier hipótesis de un Ejecutivo a la deriva abocado al adelanto electoral. “Es bueno mirar hacia atrás para tomar conciencia de todo lo hecho durante estos años, pero sobre todo, para tomar impulso. Pensando no solo en lo que queda por hacer, sino en lo que vamos a hacer desde el Gobierno en los próximos años”, remarcó. Apenas una hora después de la intervención de Sánchez, el PP redobló su apuesta y recurrió a sembrar la sospecha sobre el recuento electoral de 2023. “Ahora abandona las tesis de Abascal para abrazar sin disimulo las del agitador ultra Alvise. El desnortamiento del señor Feijóo empieza a no tener límites ni adjetivos”, reaccionó el PSOE a la espera del siguiente envite.