Corría el año 1869 cuando el alcalde de la Villa de Madrid, Nicolás María Rivero, dictó un bando en el que daba instrucciones a la población sobre limpieza y recogida de basuras . Entonces, Madrid era muy diferente de lo que es ahora, obviamente: contaba con una población de cerca de 390.000 habitantes. Suficientes para que hiciera falta implantar ciertas normas de urbanidad y orden, sobre todo en cuestiones higiénicas. Regla número uno: la basura no se podía sacar a las calles y portales «a ninguna hora del día y de la noche», salvo cuando iban a pasar los empleados púbicos que la recogían. ¿Y cómo se sabía cuándo ocurría eso? Porque «serán anunciados por una campanilla». Regla número dos:... Ver Más