Cada edad tiene sus cosas. La década de los 20 abre las puertas a una infinidad de posibilidades y nuevas experiencias. Sin embargo, también suele ir acompañada de cambios, complejos, inseguridades, vaivenes emocionales, crisis existenciales, el sentimiento de no ser suficiente, el sentirse perdido… Cada uno intenta afrontar esta montaña rusa de emociones como puede -y sabe - en cada momento: hay quien se refugia en el deporte, nuevos hobbies, terapia, personas, sustancias… En su caso, Valeria Castro, prefiere la música . Con 26 años recién cumplidos, la artista de La Palma ha publicado uno de los álbumes más personales y sanadores de su carrera. Con 'El cuerpo después de todo' , Valeria plasma miedos en un disco de 11 canciones que, esta noche, Sevilla ha podido escuchar en directo. A las 20.30 horas, más de 2.000 personas ocupaban las butacas del Cartuja Center CITE. Durante los diez minutos de espera, el público apenas emitió sonidos, exceptuando algún que otro susurro. Todos esperaron pacientemente hasta que se apagaron las luces y los integrantes de la banda desfilaron por el escenario. De un momento a otro, Valeria apareció y el público la recibió con un fuerte aplauso . 'La soledad' fue el primer tema en ser interpretado. Le siguió 'Tiene que ser más fácil', y la artista estaba tan emocionada, que no dudó en dar las gracias a Sevilla: «No saben lo feliz que estoy esta noche de estar aquí un año después y ver tantas butacas llenas . Esta noche canten, rían, lloren, disfruten… Espero que escuchar estas canciones les sane tanto como a mí escribirlas ». Esta gira tenía como fin presentar el nuevo álbum, por lo que no faltaron temas como: 'Honestamente'; 'La corriente', que marcó el inicio en el que Sevilla empezó a cantar con ella, porque hasta entonces apenas lo hacía; 'Debe ser', donde Sevilla hizo los coros, por petición de la cantante ; 'El cuerpo después de todo', «la canción que más me ha costado escribir, publicar…» ; o 'Devota', donde el único acompañamiento musical eran los golpes que Valeria daba a la parte trasera de una guitarra. Según la palmera, este álbum es tan especial para ella porque « está escrito desde las entrañas más profundas , confesándoles mis complejos e inseguridades para que no me pesen tanto dentro y que nadie se sienta sola. Aquí hablo sobre cosas que he sentido, desde un nudo en la garganta hasta un dolor en el pecho. A veces hay que ponerle nombre para que el monstruo no se haga enorme en la habitación », explicó. A pesar de que la mayor parte del espectáculo estuvo dedicada a 'El cuerpo después de todo', hubo hueco en el setlist para obras anteriores . Valeria no podía dejar atrás 'Cuídate', 'Hoxe, mañá e sempre', 'Abril y mayo' y 'Dentro', entre otras. Entre canción y canción, aprovechó para dar pequeños discursos que hacían referencia al contexto que rodea a cada tema. Por ejemplo, tras interpretar 'Guerrera' sin microfonía, solo con una guitarra y su voz, explicó que era la primera vez que lo hacía así: « Esa canción nacía por mi madre y mi abuela . Para mí significa mucho, porque honro a las mías. Como la música tiene hueco para todo el mundo, quiero que sirva también para honrar a quienes la necesiten, y a quienes sienten miedo . Aquí donde me ven, a mí me invaden muy a menudo los miedos, y siento siempre un miedo muy grande a que llegue el día en el que esa gente que me crió y me educó, no estén». De esta manera, dio paso a 'El tiempo que no estés'. En otra ocasión, admitió que ha sido un largo proceso de autoconocimiento y evolución, pero « he aprendido mucho en estos años después de todo. Entre amores y desamores, he aprendido que ahí fuera sí hay quien me valore ». Entonces pasó a 'Parecido a quererte'. El final estaba llegando, y Valeria no pudo evitar hacer referencia a sus orígenes, porque es importante tener en mente de dónde venimos para saber a dónde vamos, y ella lleva La Palma por bandera: «Cada vez que me subo a un escenario, lucho por defender la historia de la isla de La Palma y por que siga situándose en el mapa» . La palmera dedicó 'La raíz' a su lugar de nacimiento. La emoción del público fue evolucionando a lo largo de la noche. Al principio, muy pocas voces acompañaban a Castro. Más personas se fueron sumando a ella a medida que pasaba el tiempo, hasta que Sevilla llegó al punto de incluso bailar con las canciones , como ocurrió en 'Sentimentalmente' o 'Sobra decirte', aunque en esta última los espectadores tuvieron una motivación extra: Valeria bajó del escenario y recorrió los pasillos principales de la platea . El show cerró con un: « Contar la historia de una cuesta un poco, y ver que esta es la reacción, hace que me sienta agradecida . De verdad, ¡gracias! No saben lo bonito que ha sido volver a cantarles». El sentimiento fue mutuo, y el público, que había reído, llorado y disfrutado intensamente de la jornada, se puso en pie para despedir a la artista, que había convertido el espectáculo en una tirita para el alma de los allí presentes.