El sistema de reparto de alimentos gratuitos a personas y familias necesitadas en Cádiz sigue atascado. El cambio administrativo de 2024, de la donación directa a las llamadas "tarjetas-monedero", no funciona y retrasa de forma crónica la ayuda al sector de ciudadanos necesitados de comida.Esa es la conclusión de los dirigentes vecinales de Cádiz, especialmente de Extramuros, tras la campaña de donación en supermercados vivida durante la última semana de mayo, la que cerró este sábado 31 en varios grandes establecimientos de la ciudad.Esta última iniciativa, la de acudir a las cajas de los medianos y grandes supermercados para solicitar ayuda ciudadana sobre el terreno, tampoco ha sido un alivio para "la situación de falta de alimentos más grave que hemos vivido en 15 años", resume José Gaviño.José Gaviño, presidente de la asociación vecinal de Astilleros, en la sede. REYNA El presidente de la asociación de vecinos de Astilleros -barrio que acoge a unos 5.000 vecinos en total- ha sido uno de los más activos en esta denuncia reiterada durante los últimos meses junto a la federación vecinal 5 de Abril."Es un desastre. No es por ser alarmistas. Es la realidad. La aplicación de la tarjeta-monedero ha llevado a que estemos en la peor situación que hemos conocido. Ese sistema no funciona en absoluto".Gaviño, como los responsables de otras asociaciones vecinales y distintas ONG, confiaba en la campaña de recogida de primavera cerrada este sábado 31 de mayo pero el resultado ha confirmado sus temores."La recogida y el reparto de alimentos no ha mejorado en estos días, todo lo contrario. Los mismos problemas""La recogida y el reparto de alimentos no ha mejorado en estos días, todo lo contrario", detalla Gaviño. "La campaña del 23 al 31 de mayo ha sufrido los mismos problemas porque no se da solución a las familias con menores. Menos aún para los mayores solos o en pareja"."La publicidad, a nivel nacional, ponía la luz en la recogida de alimentos pero lo que se han producido son donativos económicos, de dinero, en las cajas de los supermercados".Gaviño insiste en que necesitan, y rápidamente, comida material: "Necesitamos alimentos como recurso propio para el reparto inmediato".La dificultad en esta última donación está en el retraso que se produce entre la recepción de los fondos, la tramitación en las administraciones europeas o estatales y su transformación final en comida, en reservas reales en las asociaciones de vecinos y en el Banco de Alimentos. El resultado de la disfunción es que los grandes envíos se interrumpen y retrasan continuamente, por lo que la cantidad de alimentos en los almacenes del Banco de Alimentos, en Puerto Real, ha menguado extraordinariamente. Está menos abastecido que nunca.Recogida de alimentos y productos de higiene en una biblioteca pública portuense.Soluciones como la petición de donativos económicos en los supermercados, realizada en la última semana de mayo, no suponen un alivio concreto a esta situación. "Los retrasos se mantienen y la gente está desesperada"."No queremos dinero, no lo aceptamos ni debemos manejarlo nunca. Necesitamos distribución de alimentos. Por favor, que lo arreglen, que establezcan un sistema que funcione como antes de la tarjeta monedero".Unos 300 afectados por cada barrioLa federación de asociaciones de vecinos 5 de abril, también de Cádiz, ha realizado llamamientos y denuncias de contenido similar en los últimos seis meses: "Es un problema generalizado, de ciudad. Hay entre 250 y 400 personas en cada barrio que solicitan alimentos regularmente y ahora no los tienen".Como medida numérica complementaria, Astilleros tiene uno 5.000 habitantes y casi la décima parte, "unos 450", necesitan ayuda semanal para llenar frigorífico y estantería con "lo esencial, con los alimentos básicos, no hablamos de calidad, ni de productos de higiene y limpieza que faltan hace mucho".La situación en Cádiz está extendida y es crónica. Campañas como la de esta primavera no alivian. "Está claro que no es caso concreto de un vecindario determinado en un momento determinado", aseguraba Pilar García Gutiérrez, de 5 de abril."Es una emergencia. Es lo más difícil que hemos vivido", trata de concretar Pepe Gaviño. "Necesitamos que la gente se entere de lo que está pasando. Es una alarma que pasa desapercibida".Mientras llega la reclamada y ansiada solución administrativa que agilice la conversión de dinero y tarjetas en alimentos, en comida, las asociaciones mantienen una mínima parte de la distribución entre los necesitados gracias a donaciones de particulares.De forma semanal llegan carros, cajas y envases remitidos por cofradías, asociaciones deportivas, residencias de mayores y hospitales como Clínicas Pascual. "Son gestos maravillosos pero por desgracia no es suficiente".Una "ludoteca inclusiva" como ayuda mientras llega la soluciónDe forma paralela a la solicitud de agilidad en el reparto de alimentos, la asociación de vecinos de Astilleros pone en marcha otras medidas de carácter solidario para auxiliar a los vecinos con más dificultades. Una de las que ha pedido al Ayuntamiento de Cádiz es la puesta en marcha de una "ludoteca inclusiva" en la que un amplio grupo de menores, hasta 25, pueda acceder a varias comidas diarias mientras desarrolla actividades culturales y educativas durante el verano.Esta medida iría dirigida especialmente a familias de los llamados "trabajadores pobres", los que tienen uno o varios empleos pero no pueden reunir unos ingresos mínimos mensuales para garantizar la alimentación. La ludoteca tendría, además del complemento nutricional y un marcado carácter formativo, una función de conciliación laboral para parejas o mujeres con niños. Los menores de familias en riesgo de exclusión social y afectados por situaciones de violencia de género tendrían preferencia. La ludoteca inclusiva, en la sede que tiene la asociación en la América, propone una segunda función: un programa de actualización digital para mayores. El objetivo es que puedan familiarizarse con las nuevas tecnologías para poder realizar un uso recreativo de ellas, resolver gestiones cotidiana y defenderse de posibles estafas.La asociación de vecinos de Astilleros está a la espera de la respuesta de las concejalías de Asuntos Sociales y de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Cádiz.