Antonio Mingorance es una de las figuras más destacadas del panorama farmacéutico español. Presidente de BidaFarma, cooperativa líder en la distribución farmacéutica en España, y también presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos, Antonio Mingorance representa una visión clara y comprometida: poner la farmacia, la distribución y la atención farmacéutica al servicio de la sociedad, con equidad, proximidad y humanidad.¿Qué es BidaFarma?BidaFarma es una cooperativa de distribución farmacéutica que agrupa a más de 10.000 farmacias y cuenta con 32 almacenes logísticos repartidos por todo el país. Su misión principal es garantizar la prestación farmacéutica equitativa, haciendo llegar los medicamentos a todos los rincones de España, incluso a los pueblos más pequeños o con farmacias de baja viabilidad económica.Uno de los grandes logros de BidaFarma ha sido garantizar la igualdad en el acceso a los medicamentos, especialmente en la conocida “España vaciada”. Atiende a 350 de las 503 farmacias de zonas de baja población del país en igualdad de condiciones que cualquier otra ubicada en núcleos urbanos. Este modelo, basado en la economía social, pone el servicio a la comunidad por encima del beneficio económico.El modelo cooperativo como herramienta de cohesión socialAntonio Mingorance defiende firmemente el modelo cooperativo español, único en Europa, en el que el 80% de la distribución farmacéutica es no lucrativa y gestionada por los propios farmacéuticos. Según explica, este modelo impide la mercantilización del medicamento y garantiza una atención más humana, personalizada y comprometida con los pacientes.La fusión que dio lugar a BidaFarma no fue un proceso sencillo: requirió diálogo, confianza y visión de futuro. Más de 12 cooperativas de distintas comunidades autónomas se unieron para crear una organización sólida, descentralizada y con identidad local, demostrando que la cooperación entre iguales puede lograr grandes metas.BidaFarma y la pandemia: una respuesta ejemplarDurante la pandemia de COVID-19, BidaFarma jugó un papel fundamental. Cuando casi todo el país estaba cerrado, las farmacias permanecieron abiertas, y BidaFarma garantizó el suministro continuo de medicamentos a todos los rincones del país. Distribuyó 28 millones de vacunas, colaboró con las autoridades sanitarias en diversas comunidades y puso en marcha sistemas para entregar medicamentos hospitalarios a domicilio, especialmente para pacientes oncológicos y con movilidad reducida.Todo este esfuerzo se hizo de forma altruista, como parte de su compromiso con la responsabilidad social corporativa.El farmacéutico: el profesional sanitario más cercanoPara Antonio Mingorance, el farmacéutico es “el profesional sanitario más cercano al ciudadano”, presente en cada barrio, en cada pueblo, sin necesidad de cita previa y siempre dispuesto a escuchar. Defiende un modelo de farmacia moderna pero humana, que integre la tecnología sin perder la mirada personal hacia el paciente.Frente a las amenazas del capital privado y los intentos de convertir la farmacia en un negocio al uso, Antonio Mingorance es tajante: “La farmacia española es un ejemplo de equilibrio, de servicio, y de éxito colectivo que debemos proteger”.Mirando al futuro: humanidad, equidad y cooperaciónAntonio Mingorance no se considera visionario, pero su trayectoria y sus decisiones han cambiado el mapa farmacéutico español. Su deseo para el futuro de BidaFarma es claro: seguir siendo una comunidad solidaria y coherente, centrada en los pacientes, en la humanidad del acto farmacéutico, y en la sostenibilidad del sistema.En tiempos de inteligencia artificial y cambios acelerados, su mensaje es rotundo: la tecnología debe estar al servicio de las personas, no sustituirlas. Y el farmacéutico debe seguir siendo, ante todo, un profesional accesible, humano y comprometido.Antonio Mingorance ha demostrado que otro modelo de gestión farmacéutica es posible: más justo, más humano y más eficiente. Y ese modelo se llama BidaFarma