Uno de los primeros y más grandes programas de transferencias monetarias condicionales para las familias más pobres ha demostrado no solo beneficios sociales y económicos sino ser, también, un auténtico salvavidas. Un estudio publicado este jueves en la revista científica The Lancet ha demostrado que, tras 20 años, el programa Bolsa Familia, creado por el expresidente Fernando Henrique Cardoso y expandido por Luiz Inácio Lula da Silva, evitó más de 713.000 muertes y cerca de 8,2 millones de hospitalizaciones de personas vulnerables entre 2004 y 2019. Los efectos fueron más notorios en los menores de 5 años, cuya mortalidad se redujo en un 33% y en los mayores de 70, cuyas hospitalizaciones disminuyeron un 48%. En Brasil, con 211 millones de habitantes, 59 millones de personas viven bajo el umbral de la pobreza y 9,5 millones, en pobreza extrema, de acuerdo con el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística. Seguir leyendo