Las relaciones sentimentales pueden pasar por todo tipo de momentos. Lo ideal es que cualquier vínculo de este tipo este basado en la confianza de la pareja y que se puedan contar y hablar cualquier cosa que ocurra entre ellos. Sin embargo, en ocasiones hay situaciones que trascienden y una de las partes decide no confiar en la otra. Hay personas que con tal de descubrir la verdad recurren a métodos de espionaje y contratan a un detective privado para que les informe de qué es lo que está ocurriendo en realidad. David Rodrigo, uno de estos detectives privados , ha contado en el podcast 'Operativo Criminal' la investigación que tuvo que llevar a cabo. Una clienta sospechaba que su marido le estaba siendo infiel con una compañera de trabajo, pero no se esperaba con quién lo era en realidad. Los detectives fueron a la cena de Navidad de la empresa del marido e iniciaron el dispositivo de vigilancia: «Hay sospechas de que tenga relación con una compañera de trabajo , que están tonteando, también tiene relación con dos o tres amigos y que su mejor amigo también trabaja con él». «El investigado se sienta al lado de esta compañera de trabajo» y mientras tanto los detectives observaban desde otra mesa y lo grababan todo con una cámara oculta. «Veíamos cierto feeling entre ellos , pero nada más allá, también veíamos que hablaba con otras personas, con amigos, y sobre todo, hablaba mucho con su mejor amigo», destaca este detective. También les siguieron hasta un par de locales donde el investigado se tomó unas copas tras la cena: «En todo momento había un feeling con este mujer, el investigado tonteaba , tenía un cierto acercamiento y la llegó a invitar a alguna copa». Una vez se marchan del bar, el investigado coge un taxi junto a su mejor amigo «y se van a una dirección opuesta a la casa del investigado». Es en ese momento cuando el detective decide llamar a la clienta para preguntarle la dirección del domicilio del amigo y presentarse allí. «No vimos nada porque estábamos haciendo la espera, no había movimiento, no había nada», señala, aunque todo cambió a las siete de la mañana: «Viene un taxi y se para en la puerta de la casa y automáticamente aparece el investigado, se da la vuelta, llega su mejor amigo, se despiden con un abrazo y un beso en los labios ». Explica que lo estaban grabando todo y tras ese momento el hombre volvió a su casa con la que era su mujer. «Al día siguiente lo que hacemos es contrastar la verdad y la versión del investigado», relata. La clienta les contó que su marido le había dicho que pasadas las cuatro se había ido a una discoteca que cerraba a las siete y después había vuelto a casa y por eso había llegado a las 7:30 horas. «Yo le dije que no. Que donde ha estado es en la casa del amigo y no se está liando con la compañera de trabajo, tiene una relación con su supuesto mejor amigo », puntualizó. Este detective privado también es criminólogo y en podcast suele contar casos reales a los que se ha enfrentado y cómo ha elaborado los distintos dispositivos en función de ellos.