Los diferentes actores del sector eléctrico llevan dos semanas lanzándose las culpas sobre el origen del apagón que dejó sin luz a 60 millones de personas y a miles de empresas. Si la disputa empezó con sutiles acusaciones, los directivos de las grandes eléctricas y la presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, ya 'se tiran piedras' en debates públicos y utilizan información confidencial descontextualizada para eludir responsabilidades. Todo esto, mientras la investigación del Ministerio de Transición Ecológica continúa a puerta cerrada.El último escenario que han utilizado las compañías ha sido un foro organizado este jueves por CincoDías al que acudieron los directivos de Iberdrola, Endesa, Naturgy y Red Eléctrica, y cuyo debate giró en torno a la mañana del 28 de abril, el día del apagón. El primero en disparar fue el consejero delegado de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle, visiblemente enfadado por las declaraciones que hizo Beatriz Corredor esta semana en una entrevista en La Vanguardia en las que acusaba a la "generación tradicional" —la hidroeléctrica, los ciclos combinados y la nuclear— de "no controlar correctamente la tensión".El ejecutivo de la mayor eléctrica de España ha sacado a la luz en este foro dos datos de aquella mañana que no se han hecho públicos de manera oficial, pese al interés público para conocer el origen del apagón. Primero, ha dicho que ese día Red Eléctrica (REE) programó tan solo seis centrales de ciclo combinado de gas en todo el país, la tecnología que más inercia y estabilidad aporta al sistema. "A partir de ese día lo han hecho bien y no hemos visto nunca más seis ciclos. Las energías convencionales son perfectamente capaces de soportar la inercia, pero hay que encenderlas", dijo Mario Ruiz-Tagle.También ha dejado caer otra bomba contra el operador. "Ese día faltó inercia porque tenemos una llamada [de REE] registrada cinco minutos antes del evento en la que nos piden un ciclo combinado. Imagino que no fue por bonito".El portavoz de Iberdrola ha subrayado, además, que antes del apagón su compañía llevaba días advirtiendo al operador de la red (REE) que esta sufría picos de tensión continuos, y si estos avisos se ignoraron, fue por decisión de la compañía semipública. "Días antes del fenómeno sufrimos fuertes oscilaciones y el responsable de amortiguarlas es del operador", comentó.Beatriz Corredor fue entrevistada minutos después y dibujó un escenario completamente diferente. Si Iberdrola dice que la red de alta tensión alcanzó niveles altísimos de tensión (casi un 20% por encima de lo normal), Red Eléctrica defiende que todos sus parámetros funcionaban bien antes del cero eléctrico. "¿Qué falló? Nosotros somos la columna vertebral y sabemos que estaba bien. Pero las manos y las piernas del sistema son las distribuidoras privadas. Y el corazón son las generadoras, que también son privadas", declaró la ejecutiva.Corredor empezó con esta metáfora, pero después señaló directamente a las grandes eléctricas, a las que acusó de incumplir los parámetros de tensión que deben cumplir. Esta normativa dictada por la CNMC obliga a que todas las plantas de producción eléctrica en España garanticen su funcionamiento incluso en condiciones extremas de tensión y frecuencia."Nuestras mediciones como operador del sistema nos dicen que los operadores tradicionales —la hidroeléctrica, la nuclear y los ciclos combinados— que a las 12.33 horas estaban conectados a la red no se habían tomado las pastillas para la tensión", dijo continuando con la analogía sobre el cuerpo humano. "Es decir, estaban absorbiendo menos potencia reactiva de la que la normativa exige a esos grupos", explicó, poniendo sobre la mesa otro dato hasta ahora desconocido.La conclusión de Corredor es que REE programó el día 28 un sistema eléctrico que no era el adecuado porque no sabía que los generadores les habían engañado. "Cuando el cerebro hizo sus cálculos de seguridad, contó con que este señor se había tomado las pastillas y que todo el mundo cumplía con los parámetros".Algunas de estas informaciones se habían conocido en los últimos días a través de filtraciones a la prensa, pero ninguna de ellas se había sabido por los canales oficiales. La ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, lidera la investigación principal del Gobierno sobre el suceso, y cuando compareció en el Senado y el Congreso solo hizo una cronología de lo ocurrido el día 28, pero sin apuntar al responsable. Las compañías eléctricas se quejan de que solo tienen los datos internos que ellos mismos recopilaron esa mañana, pero no pueden acceder a los de Red Eléctrica que, sin embargo, sí tiene derecho a reclamar a todas las empresas del sector los datos brutos que considere. Las grandes compañías creen que supone dar acceso prioritario a la información a uno de los posibles responsables, aunque así lo contempla la ley, como subrayó Corredor este jueves."Quiero aclarar que Red Eléctrica tiene la obligación de recabar datos de todos los actores del sistema, y eso supone que tenemos que tener la máxima confidencialidad. Dar los datos supondría tener que desbrozar qué datos pueden dar información de un competidor para que no perjudiquen a uno o a otro", dijo la directiva del operador.José Bogás, consejero delegado de Endesa, la segunda eléctrica del país, también aprovechó para cargar contra la compañía de Beatriz Corredor, aunque con menos vehemencia. Señaló, por ejemplo, que en 2023 se cayeron 2.000 megavatios de generación por un fallo en la central nuclear de Ascó "y se corrigió", dando a entender que Red Eléctrica pudo resolver un fallo similar en el pasado. Bogás desveló también nueva información: que Red Eléctrica cambió minutos antes del apagón el modo de operación de uno de los cables con Francia, de corriente alterna a continua, para poder absorber frecuencia de Europa y equilibrar la red peninsular, aunque no lo consiguió.A la jornada acudió también Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy, la tercera eléctrica con más clientes, pero se mantuvo mucho más comedido que sus socios y solo pidió tiempo para que los expertos analicen lo sucedido. "Con 1.000 millones de datos hay que dar cierto tiempo. Y con la granularidad de los datos que nos piden vemos que están yendo a causas muy raíces. Respetemos las investigaciones", apuntó.Pese a las duras acusaciones que se cruzaron, todos los empresarios coincidieron en que es necesario bajar el tono de la discusión, que ya nadie oculta. Ruiz-Tagle, de Iberdrola, dijo que no quería convertir el apagón en un circo. "No queremos entrar en polémicas de ningún tipo, pero tenemos una reputación que vamos a cuidar", dijo el directivo. También aprovechó para liberar culpas al futuro responsable del suceso. "Quiero dejar claro que ser responsable no significa ser culpable, hay que separarlo".