España tiene una de las mejores gastronomías del mundo. Por eso, no sorprende que una gran cantidad de ciudades extranjeras cuenten con restaurantes que ofrecen nuestro producto. Pero, ¿qué imagen dan realmente? Sobre este tema ha hablado recientemente Noa Cruz, una joven española que comparte en TikTok sus viajes por el mundo. En uno de sus vídeos más recientes, publicado tras un paseo por Seúl, en Corea del Sur, la joven se topa con un restaurante español y decide entrar a ver la calidad de su comida. Nada más poner un pie en el local, Noa se topa con una televisión que retransmite una corrida de toros. El ambiente del restaurante resulta muy español. A ella le recuerda a «un bar Paco de debajo de tu casa». Con curiosidad, se sienta en una mesa y se dispone a pedir. Primero llega el pan con tomate. «Yo soy catalana, así que voy a ser especialmente crítica», avisa la joven. La textura del pan no le convence: está algo blando. Sin embargo, al probarlo, se lleva una grata sorpresa con el sabor, hasta el punto de ponerle un 9,5. Después le sirven unas croquetas de jamón . O, por lo menos, eso dice la carta. Noa asegura que no encuentra rastro de jamón dentro, pero aun así destaca que el queso está muy bueno y las croquetas en general bien hechas. Les pone un 7,5. Le siguen unas gambas al ajillo, un plato que —confiesa— no suele pedir nunca en España, pero la ocasión lo merece. El problema es que vienen sumergidas en una auténtica piscina de aceite hirviendo. Están sabrosas, pero el exceso de grasa le resta puntos. Las califica con un 6,5. La ronda concluye con unos huevos rotos con jamón y aceitunas. Aquí la crítica es más dura. Las aceitunas le resultan rancias, el jamón escaso y el conjunto de huevos con patatas le parece flojo de sabor. Les da un 7, una nota generosa para la apariencia del plato. «Sabe un montón a pimentón. Jamón de pegatina», sentencia.