Era un partido de fútbol amistoso. Una cita benéfica en la ciudad griega de Toumba para recaudar fondos a favor de una ONG que ayuda a niños enfermos. La que se suponía una tarde apacible y amistosa acabó de mala manera por el amago de pelea entre dos conocidos exfutbolistas: Robert Pires, campeón del mundo con Francia en 1998, y Theodoros Zagorakis, ganador de la Eurocopa 2004 con Grecia. A punto de finalizar el primer tiempo, Pires, jugador del combinado Europa, agarró a Zagorakis, centrocampista del equipo de Grecia. Cuando el árbitro pitó la falta, el francés le pegó un patadón a la pelota. Luego, volvía andando hacia su campo, pasó junto a Zagorakis y este le miró desafiante mientras le decía algo. Pires se revolvió, le respondió, se fue hacia él y le golpeó con el hombro. Después, cuando el internacional francés y exjugador del Villarreal (entre otros equipos) regresaba a su posición, Zagorakis le dio un manotazo en la cabeza por la espalda. La tensión subió de tono y tuvieron que acudir el colegiado y varios jugadores para separarlos y evitar males mayores. Un episodio lamentable en lo que solo debería haber sido un acto lúdico y solidario a favor de la ONG 'El Resplandor' que, según explicó el club PAOK en su página web antes del evento « trabaja para garantizar una atención médica y pediátrica de calidad a los niños que padecen enfermedades graves mediante la creación, la organización, el equipamiento y el personal de unidades especializadas en oncología y hematología, así como para proporcionar asistencia moral, social y financiera para el cuidado, la educación, la formación y la reinserción social de esos niños».