El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha comparecido poco después de las 15:30 para explicar la posición que ha mantenido en la Conferencia de Presidentes a la que los presidentes de las diferentes comunidades autónomas han acudido este viernes para mostrar sus preocupaciones a Pedro Sánchez. Sin embargo, todo ello ha estado eclipsado por Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, que ha decidido marcharse de la reunión cuando el lehendakari vasco ha comenzado a hablar en euskera.A Moreno le han preguntado por esta cuestión y el presidente de la Junta ha marcado ciertas distancias con su compañera de filas. "Yo no soy ayusólogo y no soy capaz de interpretar las decisiones de una compañera. Cada uno tiene libertad para hacer lo que considere oportuno", ha expresado. Acto seguido, Moreno ha dejado claro que él se ha quedado para oír al resto de participantes "porque me interesaban todos".No obstante, ha dicho que respetando y amando las lenguas cooficiales y tras reivindicarlas como patrimonio cultural "puede parecerle a los ciudadanos ridículo que un grupo de 20 personas que ha estado tomándose un café y hablando en español pasemos el arco de la puerta y nos pongamos un pinganillo para hablar entre nosotros. Es extraño e incomprensible para una parte de los españoles".Más allá de eso, el presidente andaluz ha desvelado que Pedro Sánchez les ha trasladado su intención de acabar la legislatura pese a las continuas peticiones de los barones populares para que adelante las elecciones. Aun así, Moreno ha afirmado que no cree que dure "más de un año"Las peticionesEl presidente de la Junta de Andalucía ha reclamado la convocatoria urgente del Consejo de Política Fiscal y Financiera para abordar la reforma del modelo de financiación autonómica. Según datos de Fedea, la comunidad autónoma dejó de recibir 1.522 millones de euros en el último ejercicio. Además, ha planteado la creación de un fondo transitorio de nivelación para corregir los desequilibrios entre regiones y ha pedido al Gobierno la retirada del proyecto de ley de condonación de deuda, argumentando que este debate no debe distraer la atención de la financiación autonómica. También ha solicitado la actualización de las entregas a cuenta, destacando que a finales de mayo el Estado adeudaba a Andalucía 1.540 millones de euros por este concepto.En materia de infraestructuras energéticas, ha demandado inversiones por 544 millones de euros para mejorar la red de transporte eléctrico en la comunidad, especialmente en las provincias más afectadas por el apagón del pasado 28 de abril, como Almería, Granada, Jaén y Córdoba. Ha alertado sobre la baja densidad de redes eléctricas en Andalucía, que se sitúa un 40% por debajo de la media nacional. En cuanto a las infraestructuras ferroviarias, ha denunciado el retraso acumulado en 30 grandes proyectos comprometidos por el Gobierno central, entre ellos los corredores Atlántico y Mediterráneo, la línea Algeciras-Bobadilla, el eje Zaragoza-Algeciras, el AVE a Huelva y el tren litoral de la Costa del Sol. Según sus declaraciones, Andalucía se encuentra en el penúltimo puesto en ejecución de inversiones estatales en esta materia.Respecto a la sanidad, ha solicitado la creación de un Pacto Nacional que incluya más recursos, aumento de plazas MIR y mejoras laborales para retener a los profesionales formados en el sistema público. En el ámbito de la vivienda, ha defendido un plan de impulso sin condiciones impuestas, subrayando que Andalucía cuenta con el mayor parque público del país, representando cerca del 41% del total, y que ha cuadruplicado la construcción de nuevas viviendas públicas durante su mandato. Por último, ha reclamado un plan nacional contra la ocupación ilegal que garantice seguridad jurídica a los propietarios frente a impagos. En un contexto político que calificó de crítico, con creciente desafección ciudadana y sin respaldo parlamentario para el Gobierno, ha instado al presidente Pedro Sánchez a disolver las Cortes y convocar elecciones generales.