El Oviedo obra un milagro en Almería

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El Oviedo tiene un pie y medio en el playoff final. Ganó en Almería, gracias a un tanto de Nacho Vidal en el 93, autor también del 0-1. Victoria inmerecida, tras una decepcionante segunda mitad en la que estuvo sometido por un Almería muy condicionado por las bajas de Robertone (lesionado), Pubill (con la Sub 21) y, sobre todo Luis Suárez, 'hurtado' por Colombia a última hora. Cogerá un jet privado para llegar in extremis al decisivo partido del Tartiere. Veremos si ya no es tarde. La primera parte tuvo siete de añadido y 19 faltas. Cada dos minutos y medio, el partido se paraba, y lo hacía con conatos de tangana. Un playoff de ascenso a Primera no suele hacer prisioneros y ese otro fútbol al que hay que recurrir es más necesario que nunca cuando ya no hay margen para el error. Almería y Oviedo bien lo saben. Centelles y Lopy recibieron sendas amarillas, pero no fueron rojas de milagro. El lateral del Almería soltó un codazo a Hassan que de haberlo elevado cinco centímetros le hubiera destrozado la cara. El mediocentro de los andaluces, retiró la pierna a tiempo en un duelo con Alemao tras haberla subido a la altura de su cabeza. Peligro. Con tanta interrupción era imposible que ninguno de los dos equipos encontrara su juego. Llegadas al área a cuentagotas, pero es verdad que con peligro. Tanto que las dos primeras acabaron en la red. En el minuto 14, un disparo de Hassan desde el vértice del área no lo llegó a atajar Fernando y, además, lo rechazó hacia el interior del área pequeña, donde Nacho Vidal, más rápido y listo que Edgar, lo embocó a la red. Quinto tanto de la temporada del lateral. Y 0-1. Reaccionó bien el Almería. 120 segundos después, Marezi se asoció con Arribas y el atacante fusiló a Aarón. Colaboró Seoane, que en su intento de robarle el balón al canterano madridista, lo que hizo fue orientar la pelota para que Arribas tuviera un disparo limpio. No quería, claro. Pero 1-1. En el 43, otro disparo de Arribas, que rozó el palo derecho, y en el 44, una parada de Aarón a Baptistao, pudieron ampliar la ventaja local. Pero no fue así. Bajaron las revoluciones en la segunda mitad y hubo más fútbol. Sobre todo, por parte del Almería. Al Oviedo le hacía más gracia el empate, claro. Ese 1-1 no dejaba de ser un 0-1. Recuerden que en caso de empate en una hipotética prórroga en la vuelta, el que pasa es el equipo asturiano. Los andaluces tuvieron tres muy claras. En el 50, un remate de cabeza de Melero que sacó bajo palos Nacho Vidal. En el 63, otro cabezazo, esta vez de Lázaro, que escupió el palo izquierdo de Aarón. Y en el 85, un remate en área pequeña de Lázaro que sacó Costas. No hubo atino. Pero sí lo tuvo, otras vez, Vidal en el 93, un gran centro de Paraschiv y remate en plancha. 1-2 de valor incalculable.