Country: Pakistan Source: Amnesty International Según ha afirmado hoy Amnistía Internacional, las autoridades pakistaníes deben poner fin de inmediato a la represión sistémica de la comunidad ahmadí y respetar el derecho a la libertad de conciencia y de religión.La minoría religiosa ha sido objeto de una escalada de intimidación, hostigamiento y ataques en vísperas de la festividad del Eid al Adha, que tendrá lugar el 7 de junio. Las autoridades locales y regionales de todo el país han tomado medidas para impedir que la comunidad ahmadí celebre la festividad, como obligar a sus miembros a firmar declaraciones juradas en las que se comprometen a abstenerse de participar en las oraciones y rituales del Eid, y emitir órdenes de detención preventiva para la policía. Desde mediados de abril se han conocido numerosos casos de violencia a manos de grupos religiosos mayoritarios contra la comunidad ahmadí, en los que al menos tres personas han muerto violentamente. En los días previos al Eid al Adha, y durante y después de la festividad, se habían producido varios episodios similares de violencia y hostigamiento, tal y como documentó Amnistía Internacional.“La violencia y el hostigamiento contra la población ahmadí antes de la festividad islámica del Eid al Adha se producen en un contexto de represión continua por parte de las autoridades pakistaníes”, según ha manifestado Isabelle Lassée, directora regional adjunta de Asia meridional para Amnistía Internacional.“Las autoridades y los organismos locales encargados de hacer cumplir la ley en todo Pakistán no sólo no protegen a las personas ahmadíes, sino que restringen activamente sus derechos a la libertad de conciencia y de religión.”La violencia contra la población ahmadí se ha convertido en algo habitual, y a menudo alcanza su cota máxima coincidiendo con festividades religiosas como el Eid.Isabelle Lassée, directora regional adjunta de Asia Meridional para Amnistía InternacionalDeclaraciones juradas, avisos y órdenes de detención preventiva contra ahmadíes que celebran el EidAmnistía Internacional ha examinado más de 15 declaraciones juradas, o garantías en forma de fianza, firmadas por ahmadíes, en las que se comprometen a abstenerse de comprar animales o de realizar el sacrificio ritual de animales con motivo de la festividad del Eid al Adha. Algunas declaraciones juradas incluso contenían el compromiso de abstenerse de hacer las oraciones del Eid.Los documentos firmados establecen que el incumplimiento de los términos daría lugar a multas de hasta 500.000 rupias pakistaníes (unos 1.765 dólares estadounidenses) o expondría a los firmantes a sanciones legales en virtud del Código Penal de Pakistán. Amnistía Internacional ha examinado documentos de este tipo en cinco distritos: Chakwal, Narowal, Toba Tek Singh, Khanewal y Faisalabad.También ha revisado múltiples notificaciones emitidas por varios comisarios de distrito en Lahore, Karachi, Mirpur, Sargodha y Rawalpindi en las que se ordena a la policía tomar medidas contra las personas ahmadíes que celebren el Eid. Estas órdenes se dictaron en respuesta a solicitudes presentadas por personas pertenecientes a grupos religiosos como Tehreek e Labbaik Pakistan (TLP) (Movimiento Aquí Estoy Pakistán) y asociaciones del ámbito jurídico, incluidos colegios de abogacía.También se han dictado órdenes de detención preventiva en Sialkot, en virtud de la Ordenanza de Mantenimiento del Orden Público, contra miembros de la comunidad ahmadí para impedirles celebrar el Eid. En las órdenes se declara que el objetivo es impedir que las personas actúen “de manera perjudicial para la seguridad pública y el mantenimiento del orden público”. Según informes, recientemente un miembro de la comunidad ahmadí fue detenido arbitrariamente por intentar comprar un animal para el sacrificio en Chiniot.“La comunidad ahmadí no está protegida por la ley ”Para la comunidad ahmadí, el Eid se ha convertido en un motivo de angustia, más que de alegría. “Cada año, nuestra comunidad se prepara para la posibilidad de que se produzcan acciones policiales, amenazas o incluso actos violentos”, afirmó Mahmood Iftikhar, portavoz de la comunidad. “Las exigencias arbitrarias del Estado sólo sirven para reforzar el mensaje de que las personas ahmadíes no estamos protegidas por la ley”, añadió.La Ordenanza XX de 1984 introdujo los artículos 298-B y 298-C en el Código Penal de Pakistán, que prohíben a cualquier ahmadí llamarse musulmán o predicar y propagar su fe. Esto incluye el uso de cualquier “epíteto, descripción y título” relacionado con la comunidad musulmana. La ley, y su posterior interpretación por parte del Tribunal Supremo en 1993, afirma que las personas ahmadíes no pueden declararse musulmanas ni realizar ninguna práctica que pueda interpretarse como que se hacen pasar por musulmanas. Sin embargo, una sentencia del Tribunal Supremo de 2022 confirmó los derechos de las personas ahmadíes a practicar su fe en sus hogares.En 2024, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, de la ONU, expresó su preocupación por el hostigamiento y la intimidación a los que se somete a las personas musulmanas ahmadíes durante el Eid al Adha y los días previos. El Comité también expresó su preocupación por la impunidad de que gozan los autores de estos actos de hostigamiento e intimidación.La población ahmadí merece practicar su religión y celebrar el Eid sin temer por su seguridad y libertad.Isabelle LasséeHostigamiento y violencia implacablesÉsta no es la primera vez este año que una festividad religiosa se convierte en un momento crítico de hostigamiento a la comunidad ahmadí. Durante el Eid al Fitr, a finales de marzo, las oraciones del Eid fueron interrumpidas por grupos religiosos y activistas en cinco lugares de culto ahmadíes de Lahore y cuatro de Karachi. Se han producido incidentes de hostigamiento tras las oraciones del viernes casi todas las semanas en las provincias de Sind y Punyab, especialmente durante el mes islámico del Ramadán, en el que al menos 63 personas ahmadíes fueron detenidas por rezar.El 18 de abril, una turba violenta asesinó a un hombre tras las oraciones del viernes delante de un lugar de culto ahmadí de Karachi. A finales de mayo, grupos religiosos destruyeron públicamente una cámara frigorífica tras descubrir que albergaba el cadáver de una mujer ahmadí.“La violencia contra la población ahmadí se ha convertido en algo habitual, y a menudo alcanza su cota máxima coincidiendo con festividades religiosas como el Eid. Las autoridades pakistaníes han incumplido repetidamente su obligación de proteger a la comunidad y, de hecho, han discriminado y hostigado activamente a personas ahmadíes mediante órdenes de detención, causas penales y órdenes que restringen el derecho de la comunidad a la libertad de conciencia y religión”, manifestó Isabelle Lassée.“Amnistía Internacional pide a los gobiernos federal y provinciales de todo Pakistán que retiren las órdenes que impiden a la comunidad celebrar la festividad islámica del Eid al Adha, adopten medidas para proteger a la población ahmadí frente a las diversas formas de violencia a las que está expuesta, e investiguen de manera eficaz e imparcial las denuncias de agresiones contra miembros de la comunidad. Las autoridades también deben adoptar medidas a largo plazo para derogar la legislación discriminatoria que afecta a la comunidad. La población ahmadí merece practicar su religión y celebrar el Eid sin temer por su seguridad y libertad.”