El chimpancé nacido en Bioparc Valencia prosigue con éxito la última fase de cuidado con contacto humano

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Ekon , que significa fuerza, fue el nombre escogido para el chimpancé nacido en Bioparc Valencia que ahora cumple 15 semanas de vida. Y fuerza cobra un gran significado en este caso porque este pequeño simboliza la fortaleza de la esperanza para su subespecie Pan troglodytes verus, en peligro crítico de extinción según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ( UICN ); y también porque representa el esfuerzo de muchas personas para salvarlo en unas condiciones de gran complejidad. Las dificultades que presentó su madre Eva en la crianza obligaron al equipo técnico a intervenir, lo que implicaba activar un protocolo para alimentar y prestar todas las atenciones necesarias evitando la humanización y manteniendo el contacto con su madre y el resto del grupo. Desde el primer momento, Ekon permanece continuamente en las instalaciones de chimpancés con los sonidos y olores propios de sus congéneres, siempre bajo la asistencia de especialistas en etología de primates que facilitan que puedan tocarse y mantener el vínculo, con el objetivo de garantizar su máximo bienestar y que pueda volver con su madre lo antes posible. Las distintas fases en su crecimiento se están cumpliendo de forma muy satisfactoria y en estos momentos se está concluyendo con éxito la que sería última etapa de cuidado humano con contacto directo. Durante este tiempo se ha ido favoreciendo la evolución en todos los aspectos biológicos, además de familiarizarlo con las distintas zonas de las instalaciones de chimpancé. Con la llegada de la primavera y las agradables temperaturas, se incorporaron las salidas a la zona exterior, tanto para su conocimiento, como para aprovechar los beneficios del sol en un animal de tan temprana edad. Sin duda, en todo este proceso ha sido fundamental la perseverancia del personal para seguir meticulosamente los horarios de los biberones, con las guardias cada día y cada noche, sosteniéndolo permanentemente para que sintiera el calor de un ser vivo, estimulando todos sus sentidos y ejercitándolo para fortalecer su musculatura; y todo ello evitando lo humano y emulando el comportamiento de un chimpancé. En el procedimiento actual el pequeño se ha acostumbrado a la «llamada» del equipo de cuidado animal para que acuda él mismo a tomar el biberón, método que se utilizará para prolongar su nutrición el tiempo que sea necesario hasta el «destete» definitivo. En una especie donde los lazos sociales son tan importantes, paralelamente a estas actuaciones el grupo familiar ha proseguido con normalidad cada ciclo, por lo que se espera que próximamente se pueda dar el último paso para entregarlo a la madre. Cabe recordar que cada decisión es vital y son animales salvajes y no domesticados, por lo que la incertidumbre y el riesgo ante los acontecimientos que puedan suceder es inevitable. La « familia » de Valencia está formada por el macho Moreno, cinco hembras (Malin y Py y las hermanas Eva, Natalia y Noelia), Djibril y Cala de 6 y 1 año respectivamente y Ekon. Junto con Fuengirola, los BIOPARC albergan el grupo más numeroso de España de esta subespecie de chimpancé y participan muy activamente en el programa de conservación EEP de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA) que tiene como fin disponer de una población «de reserva« que asegure su supervivencia. Del mismo modo es esencial el papel de la Fundación Bioparc que, en este caso, financia parcialmente parte del programa de reforestación y sostenibilidad Agroforestal en el hábitat de chimpancés (Pan troglodytes verus) en Kédougou (Senegal) del Instituto Jane Goodall, proyecto de conservación in situ de esta especie gravemente amenazada.