Un adolescente de 16 años ha sembrado el pánico este pasado viernes por la tarde en el centro comercial Gran Casa de Zaragoza al portar una pistola que, más tarde, se confirmó como simulada.El incidente generó momentos de auténtico caos en el barrio del Actur, donde numerosos testigos huyeron asustados al pensar que se trataba de un ataque real.Según ha informado la Policía Nacional, la alerta se recibió a las 19.10 horas, cuando se notificó la presencia de una persona armada en el centro ubicado en la calle María Zambrano. Inmediatamente se desplegaron varias dotaciones policiales para contener la situación.“Momentos de miedo y angustia”"Lógicamente han sido momentos de caos y miedo", ha declarado una trabajadora de una tienda de telefonía móvil, quien asegura que un agente le pidió que abandonara el local sin darle explicación alguna. El nerviosismo se apoderó de muchos trabajadores y clientes que salieron corriendo al escuchar la palabra "arma".Otra testigo, propietaria de una tienda de ropa, ha confirmado esa sensación de alarma generalizada: “Han sido escasos cinco minutos fuera, pero la gente corría. Han sido momentos de miedo y sobre todo angustia”, ha relatado visiblemente afectada.Detención rápida y cierre parcial de tiendasEl menor fue localizado y reducido rápidamente por los agentes, quienes comprobaron que el arma era falsa. No obstante, fue detenido como presunto autor de un delito de desórdenes públicos, según han indicado fuentes oficiales al Heraldo.Algunos locales del centro comercial decidieron cerrar voluntariamente y por precaución durante unos minutos. Aunque el pánico se disipó pronto, varios establecimientos, especialmente los cercanos a las puertas junto al Decathlon, mantuvieron la persiana bajada.Todo se originó cuando una clienta detectó que un joven, que se encontraba con un grupo de amigos, portaba lo que parecía un arma oculta bajo una sotana verde, probablemente una chilaba. Alertó entonces al responsable de seguridad del Decathlon, que fue quien contactó con la policía.Casi al mismo tiempo, otra mujer presenció la misma escena, lo que aceleró la reacción de los cuerpos de seguridad. En menos de una hora, la situación se había controlado y la actividad del centro comercial volvía a la normalidad, con una afluencia similar a la de cualquier viernes por la tarde.El menor fue interceptado por los agentes de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional y será puesto a disposición de la Fiscalía de Menores en las próximas horas. La investigación sigue su curso para esclarecer si el acto fue una broma de mal gusto o tenía alguna otra motivación.