Desde el expresidente Jair Bolsonaro hasta a generales del Ejército y antiguos ministros, los ocho principales acusados de urdir una presunta trama golpista contra Luiz Inácio Lula da Silva empiezan a ser interrogados este lunes en la Corte Suprema de Brasil. El tribunal ha programado cinco sesiones -una por día hasta el viernes- para escuchar a los ocho procesados por cinco delitos : intento de abolición violenta del Estado democrático de derecho, intento de golpe de Estado , participación en organización criminal armada, daño cualificado y deterioro de patrimonio protegido. Estos son los supuestos cabecillas del complot que intentó mantener a Bolsonaro en el poder tras las elecciones de 2022, y que serán interrogados esta semana: Capitán de la reserva del Ejército y referente de la extrema derecha en Brasil. Presidió el país entre 2019 y 2022, periodo durante el cual emprendió una dura campaña de desprestigio contra las instituciones democráticas, especialmente contra el proceso electoral. La Fiscalía lo sitúa como el «líder» de la trama. Según sus indagaciones, Bolsonaro editó borradores de decretos golpistas, presionó a la cúpula militar y hasta avaló un plan para asesinar a Lula y a otras autoridades. Bolsonaro reconoció públicamente que estudió medidas excepcionales, como estado de sitio o de defensa, tras las elecciones, pero todo dentro de los márgenes de la Constitución, según él. Teniente coronel y antiguo edecán de Bolsonaro, será el primero en ser interrogado por su condición de colaborador con la Justicia. Su testimonio sirvió de base para la investigación. Las defensas de otros acusados pidieron sin éxito la anulación del acuerdo de colaboración de Cid porque consideran que el antiguo ayudante del ex jefe de Estado omitió informaciones y se contradijo en sus declaraciones. Fue comisario de la Policía Federal y actualmente es diputado. Dirigió la Agencia Brasileña de Inteligencia durante el Gobierno de Bolsonaro (2019-2022). En 2024, se postuló para alcalde de Río de Janeiro , pero fue derrotado en primera vuelta tras quedar en segundo lugar, por detrás del actual regidor, Eduardo Paes, aliado de Lula. Según el Ministerio Público, tuvo un «papel importante» a la hora de crear un estado de opinión que pusiera en duda la legitimidad del proceso electoral, además de construir un servicio secreto paralelo a fin de monitorear adversarios políticos. Almirante y excomandante de la Marina. Según la investigación, apoyó presuntamente el plan golpista de Bolsonaro para anular el resultado de las elecciones presidenciales de 2022, en las que Lula se impuso por un estrecho margen. El Ministerio Público señala que hasta en dos ocasiones se puso a disposición del líder ultraderechista para acatar sus órdenes. Fue ministro de Justicia hasta diciembre de 2022 y al mes siguiente asumió la Secretaría de Seguridad del Distrito Federal de Brasilia, poco antes del 8 de enero de 2023, cuando miles de bolsonaristas invadieron las sedes de los tres poderes en el último intento por derrocar a Lula. La Policía encontró en su casa un borrador de decreto presidencial que planteaba una «intervención militar» sobre la Justicia Electoral. General de la reserva del Ejército. Fue ministro de la Seguridad Institucional en el Gobierno de Bolsonaro. La Fiscalía lo acusa de elaborar un plan para incumplir órdenes judiciales y propagar sospechas infundadas sobre los comicios. Los investigadores sostienen que, de haber triunfado el golpe, él habría sido el «jefe del gabinete de crisis» instaurado para conducir el país. También general de la reserva del Ejército, actuó como ministro de Defensa con Bolsonaro. La acusación defiende que apoyó la idea de intervenir la Justicia Electoral y que sirvió de puente entre Bolsonaro y la cúpula militar. En prisión preventiva desde diciembre pasado, Netto declarará de forma telemática. Es general de la reserva del Ejército y fue ministro de la Presidencia y de Defensa con Bolsonaro. En las elecciones de 2022, fue el candidato a vicepresidente del líder ultra. Para la Fiscalía, la mano derecha del entonces presidente fue el principal articulador del complot y participó en reuniones para la ejecución y financiación del plan para asesinar a Lula.