El tamaño promedio de los pechos en las mujeres en España, según los medios de comunicación, es la copa B; en el mundo está entre el B o el C, y el país con más senos es Noruega. Voy a ser sincero con ustedes, no sé qué significa B, C, D en la copa de los senos. Pero voy a indicar algunas cifras que vienen en Internet: Noruega, que es el máximo, está entre C-D; Estados Unidos, C; Venezuela, B-C; Georgia, B; Australia, B. Supongo que existirá una clasificación mundial sobre esta temática. Puede usted preguntarse por qué trato este tema en este artículo, ya que si usted me sigue, hay ramas de la realidad que intento orillarla, y todos estos temas son complejos, pero de alguna manera, es el maestro del articulismo Umbral el que me ha llevado a esta cuestión, porque me he encontrado con una columna publicada en El Mundo del 30 de abril de 1990 titulada: "Los cuerpos gloriosos", que nos habla, entre otros muchos temas, de los senos y de los pechos de personajes notorios en algunas de las artes, especialmente el cine y la música. Y me he dicho, bueno, tocaré este tema o esta cuestión. Porque al final, la definición de articulista es la del "eterno bocazas": hablamos de todo, pero recordando que no sabemos de todo. Uno de los grandes y graves cambios que han surgido en el siglo veinte es el cuidado del cuerpo, de la salud física y biológica, y eso ha sido un conjunto de adelantos tan importante que diríamos han revolucionado la forma de entender y comprender el mundo. Pero esto, que es y ha sido bueno, nos ha permitido de media vivir más tiempo en el mundo, especialmente en Occidente, también dispone de una dimensión que quizás no sea tan positiva. Porque a veces da la sensación de que hemos caído en una especie de adoración y de culto al cuerpo. Una cosa o realidad es cuidar el cuerpo y otra es casi adorarlo. Con lo cual, la persona que no tiene el cuerpo perfecto, cosa que habría que pensar, quién tiene el poder o quién sabe cuál es el cuerpo perfecto, pues se le silencia de alguna manera; a veces se le margina, muchas veces se le critica, y otras se le desprecia. De la no aceptación del propio cuerpo, que hay que cuidarlo, nadie lo niega, pero cada uno tiene que, además de tratarlo bien desde todos los puntos de vista, también adaptarse y amar su propio cuerpo. Nos falta amar a nuestro propio cuerpo. Nadie es el hombre o la mujer cien. Nadie es idéntico a otro ser igual; cada uno tiene sus diferencias. Creo que en el mundo falta un correcto amor a sí mismo, entre otras realidades a su propio cuerpo. No es tu cuerpo perfecto, si admitimos los cánones que existen, pero es el tuyo; tienes que conformarte con él, vivir con él de forma correcta, habitar tu cuerpo de forma adecuada. Creo que es la asignatura pendiente. Creo que en esto falta mucha piedad, mucha misericordia, mucho sentido común y mucha racionalidad con los demás y con uno mismo… Esto crea muchas heridas, muchos traumas, muchos complejos de inferioridad y muchos males… Posiblemente hasta hace unas generaciones, la mujer que tenía, de media, pechos más grandes podría pensarse que tenía más producción de leche materna y, por tanto, más posibilidades para que sus bebés pudiesen sobrevivir más fácilmente. No olviden que hasta hace poco no existían Mercados de Abastos en sentido estricto, solo mercadillos en las plazas de los pueblos, ni menos hipermercados. Y me pregunto por qué en Noruega, al menos de Occidente, son los más grandes; quizás el clima de frío y de nieve, existe menos productividad agrícola durante siglos, en algunas estaciones, al menos en ciertas épocas, y la mujer fue adaptándose a ir creciendo los senos por la razón de supervivencia de sus bebés, que nacen en cualquier tiempo del año –característica de nuestra especie, no lo olvidemos–. Esto es una especulación mía, no sé si tiene sentido real y demostrado… Existe una enorme industria de la estética, de la salud física, de los cuerpos perfectos. Cuánto nos gastamos en cuestiones de estética en el mundo… Solo en el mercado cosmético en el 2023 fue de 426.000 millones de dólares; también en 2023 se realizaron 34,9 millones de operaciones estéticas en el mundo. Imaginen, si son capaces, ya no les ofreceré cifras para no cansarles, y no sé si las encontraría, cuántas personas viven, cuántas familias de la belleza y de las operaciones estéticas en el mundo… Esto es un dato o son datos de la realidad. La realidad, contra la realidad, no puedes hacer nada. Muchos se dedican a irla cambiando. Aquí, mi modesto papel es contar y narrar y argumentar y mirar trozos o aspectos o cuestiones de la realidad, y recordarle a usted que existe este aspecto de lo real, el de la belleza y el tamaño de los pechos. Pero usted esta mañana se ha afeitado o se ha peinado o se ha perfumado o… por tanto, usted es suficientemente consciente de este tema. Personalmente, creo que hay que aumentar la salud humana, querer al propio cuerpo y estimar el cuerpo de los demás, valorar el cuerpo de los demás igual que a sus personas, pero que no se puede adorar el cuerpo, como parece que estamos cayendo. Que hay que respetar que los cuerpos de las personas, de cada persona, son diferentes, que hay que cuidarlos correctamente, pero que hay que respetar al cuerpo; uno tendrá los ojos de un color rosa y otros de violeta. Que si usted tiene una copa B o B-C, o C, que no sé muy bien lo que significa, si usted tiene una copa de una manera o de otra, no es menos persona, no tiene menos dignidad que otra persona que tiene otra medida… ¡Digo yo…! (No estoy en contra de los que viven de la belleza, ni de la estética, pero todo con racionalidad y prudencia y ciencia y sentido común, por el bien de todos y de todas…). https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (28 may-07 junio 25 cr).