Una lona en tonos crema, no muy tupida, que protege del sol y deja pasar el viento y la lluvia. Así será el toldo que, tras las fiestas del Corpus se va a instalar en algunos tramos de la calle Comercio para mitigar los efectos del calor intenso durante los meses de verano. Una medida que se gestó el año pasado, cuando se aprobó su compra por 40.000 euros, pero que no llegó a tiempo para su instalación. Ahora, estos toldos ya están en Toledo y esperando a que pase la fiesta grande para poder colgarse, un trabajo que va a realizar la empresa adjudicataria, según ha explicado a ABC, el concejal de Empleo y Promoción Económica, Juan Marín , impulsor de esta iniciativa. Este gran toldo discurrirá por toda la calle Ancha, entre las Cuatro Calles y la esquina con Toledo Ohio, cerca de la plaza de Zocodover pero no discurrirá por completo por esta arteria principal de la ciudad, para no quitar las vistas de la Catedral. El material de esta lona es del mismo que ya se está utilizando en otras ciudades y está funcionando bien, como Córdoba, y es de fácil instalación y garantizan supervivencia en el tiempo. Habrá que esperar a que se retiren los toldos del recorrido procesional del Corpus para verlos colgados en el Casco Histórico, donde permanecerán hasta finales de septiembre u octubre. De esta manera, el Ayuntamiento de Toledo da este verano el primer paso para mitigar el efecto 'isla de calor' en esta zona de la ciudad, un fenómeno de origen térmico se produce en áreas urbanas que experimentan temperaturas más altas que sus periferias, municipios y zonas agrícolas circundantes, especialmente por la noche. Muchos son los factores que lo explican, todos ellos relacionados con la actividad humana, como la presencia de elementos que acumulan calor, entre ellos los sistemas de climatización o materiales como el asfalto. «La intención es extender en próximos ejercicios a otras calles del Casco y a otros barrios si la iniciativa funciona y hay capacidad presupuestaria para ello», ha avanzado Juan Marín , quien el año pasado tuvo que llevar a la Comisión de Hacienda una modificación de crédito para esta adquisición que se financió con cargo al Remanente de Tesorería. Los primeros toldos contra el calor llegaron ya el año pasado a la calle Martín Gamero de la mano de los comerciantes de esta zona de la ciudad, a los que el Ayuntamiento les concedió permiso para dar sombra a vecinos y turistas. Juan Marín afirmó que si este año también tienen previsto su instalación, contarán también con el apoyo del Consistorio.