Un pilar silencioso

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Es crucial poner en valor el papel fundamental, y poco reconocido, de las familias numerosas en nuestra sociedad española. Son el motor demográfico que contribuye de manera insustituible al futuro de nuestra nación. Ser padre o madre es un desafío, pero serlo de una familia numerosa es una aventura. Se enfrentan a una realidad compleja: desde el innegable esfuerzo económico hasta la titánica labor de conciliar la vida laboral y familiar. A menudo se ven obligados a renunciar a aspiraciones profesionales o a trabajar en condiciones precarias para poder atender las necesidades de sus hijos. Las ayudas existentes, aunque bienvenidas, suelen ser insuficientes y dispersas, y dejan a estas familias en situación de vulnerabilidad y con una constante sensación de no ser plenamente reconocidas por su contribución. De hecho, encuestas recientes revelan que el 86 por ciento de las madres de familias numerosas sienten que su maternidad no está reconocida. Más de la mitad se siente discriminada. Paradójicamente, en la España actual, el camino socialmente aceptado es el de tener mascotas en lugar de hijos. Los datos hablan por sí solos: mientras la tasa de natalidad se desploma a niveles históricos, con apenas 1,12 hijos por mujer y una edad media de maternidad que supera los 32 años, nuestro país cuenta con más de treinta millones de mascotas, superando con creces los 6,6 millones de niños menores de 14 años. Casi la mitad de los hogares españoles tienen un animal de compañía. El amor por los animales es admirable, pero es irónico que como sociedad parezcamos más dispuestos a asumir la responsabilidad de un animal que la de un nuevo ser humano. Construimos un futuro donde la pirámide poblacional se invierte a pasos agigantados, amenazando la sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones y la calidad de nuestra sanidad. Un país sin relevo generacional es un país sin futuro. En España contamos con cerca de 800.000 familias numerosas que nos recuerdan la importancia de la familia como institución. Es imperativo que las políticas públicas dejen de verlas como meros receptores de ayudas y las reconozcan como lo que son: el cimiento vital para la prosperidad y el bienestar a largo plazo de la nación. Invertir en ellas es invertir en nuestro propio futuro. Pedro José Román Prieto . Badajoz Michael Reid, en su lúcido ensayo 'España', estima que en nuestro país –no existen datos oficiales– hay entre 300.000 y 400.000 políticos, muchos más que en países similares de nuestro entorno. Algo tendrá que ver la existencia de cuatro niveles de administración, caso único en Europa: municipal, diputación, autonomía y central. Afirma que hay un total de 20.000 cargos públicos, muchos de ellos 'altos', de libre designación. Solo falta conocer si la calidad de su trabajo es proporcional a la cantidad, o si hay un manifiesto desajuste. Pedro Catalán García . Madrid