Como Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, la Airef sobrevive como uno de los cada vez más contados órganos supervisores que aún resisten al proceso de colonización desplegado por este Gobierno para neutralizar cualquier iniciativa contraria a sus intereses. Obligada por el Ejecutivo y a través de un real decreto a realizar un nuevo informe sobre las pensiones, más favorable que el publicado el pasado marzo, en el que insistió en alertar sobre la insostenibilidad del actual modelo, la Airef recurre a la Abogacía del Estado en defensa de su independencia, valor en el que precisamente fundamenta su existencia. No tolera el Ejecutivo que un ente público le lleve la contraria, más aún en una cuestión tan capital como la económica, sobre la que construye el relato de una bonanza que representa su mayor reclamo electoral. Que España «va como un cohete» es una verdad oficial que la Airef ha tenido el coraje, y el deber, de negar.