Hace casi cuatro décadas, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA) y la NASA comenzaron a impulsar proyectos que hiciesen posible realizar cirugías a distancia, en el campo de batalla o en el espacio. De aquellos esfuerzos iniciales surgieron sistemas robóticos quirúrgicos como Da Vinci, que funcionan como una extensión del cirujano y le permiten realizar intervenciones poco invasivas con controles remotos y visión en tres dimensiones. Pero eso sigue siendo un humano utilizando una sofisticada herramienta. Ahora, la incorporación de la inteligencia artificial generativa y el aprendizaje automático al control de sistemas como Da Vinci comienzan a hacer imaginable la aparición de robots cirujanos autónomos.Seguir leyendo