Hasta el momento existía en círculos judiciales de Madrid la idea de que el juez Juan Carlos Peinado, titular del juzgado de instrucción número 41 de Madrid, estaba embarcado en el caso de la esposa del presidente del Gobierno por una obcecación personal, vamos, que el 'establishment' bienpensante se desmarcaba de él y de sus repetidos errores y arrebatos, casi siempre expresión de su desprecio del derecho de defensa y de su apego a su ejercicio de juez inquisidor.Seguir leyendo....