Vox puso este lunes el foco en los cerca de ocho millones de inmigrantes y sus descendientes que, como recordó el propio partido de Abascal, viven actualmente en España. Así lo hizo a través de varias voces autorizadas de la formación, tras un fin de semana en el que el propio líder se desplazó a Alcalá de Henares, escenario de la presunta agresión sexual a una joven por parte de un inmigrante alojado en un centro de acogida de esta ciudad madrileña. La encargada de hacerlo fue su portavoz de Emergencia Demográfica y Políticas Sociales , Rocío de Meer, quien compareció en rueda de prensa junto a su homólogo de Interior, Inmigración y Seguridad, Samuel Vázquez, y el portavoz del partido, José Antonio Fúster, desde la sede central, en la madrileña calle Bambú. Una presencia, la de De Meer y Vázquez, en la rueda de prensa semanal que en este caso se explica en buena medida por esos incidentes en Alcalá de Henares . Durante su intervención, la también diputada nacional explicó que en los años 90 del siglo pasado los inmigrantes apenas representaban el «1 o 2% más o menos» de la población, mientras que ahora calcula que son «casi ocho millones», entre los que han llegado desde entonces y los de segunda generación, sobre un total de «47 millones» de habitantes en todo el país. Un crecimiento que, según De Meer, ha sido «alentado por el bipartidismo» (PSOE y PP), al que acusa de mantener «abiertas las puertas de nuestras fronteras» durante las últimas décadas. Por todo ello, esta portavoz de Vox aseguró que «todos estos millones de personas que han venido hace muy poco tiempo a nuestro país, que no se han adaptado a nuestras costumbres y que en muchos casos además han protagonizado escenas de inseguridad tendrán que volver a sus países», abogando así por lo que calificó como proceso de «reemigración», que reconoció como «extraordinariamente complejo» . Y todo por el «derecho a querer sobrevivir como pueblo» que De Meer considera en peligro, toda vez que, como también denunció ayer, muchas calles y plazas ya «no son de los españoles». En términos similares se expresó también ayer la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, quien exigió a los inmigrantes que «respeten» las costumbres de nuestro país y la ley pues, de lo contrario, no podrán ser admitidos en España si su partido entra en el Gobierno, informa Ep. «A España no puede entrar nadie de forma ilegal y aquellos que entren de forma legal, evidentemente, si cometen delitos graves, pues también tendrán que ser repatriados», advierte Millán, que lamenta que España «se haya convertido en un coladero para la ilegalidad». Reprocha que se haya normalizado «que aquí pueda entrar cualquiera y que se cometan las barbaridades que se están cometiendo» . «Para entrar en España tienes que respetar nuestros costumbres, tienes que respetar la ley y tienes que entrar de forma legal. Y todo lo que no sea esto no podrá ser admitido en España con Vox en el Gobierno», señala. Millán también defendió la necesidad de proteger las fronteras españolas ante la política «de puertas abiertas» que a su juicio practican tanto PP como PSOE. Y cargó contra la financiación «indirecta» de las ONG y «mafias que trafican con personas» o «la colaboración con aquellos países que se dedican a utilizar a estas personas como armas para chantajear a países como España». Por su parte, el portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid y también diputado nacional, Javier Ortega Smith , preguntado acerca de si los inmigrantes de segunda generación también serían expulsados, respondió que «respetar las costumbres» es una cuestión que «parte de lo más elemental» y que se traduce en «respetar nuestra forma de vida y, por tanto, en nuestras costumbres».