Pierde Jessica Bouzas pero gana a la vez. Es lo que se lleva de este Wimbledon en el que ha completado otro nivel en su crecimiento a las alturas. En los primeros octavos de un Grand Slam y con una buena pelea por los cuartos contra Liudmila Samsonova (7-5 y 7-5). «Creo que tengo que estar muy contenta. Obviamente es un partido de tenis, lo pierdes y duele, no vamos a decir que no. Pero creo que tengo que estar muy contenta porque es un partido que he luchado de principio a fin, creo que lo he dado todo en pista. Al final han sido detalles y cosas que tengo que mejorar, pero creo que ha sido un torneo muy positivo y bueno, habiendo muchas semanas y siendo exigentes como somos, creo que también tengo que darme un poco esa alegría o quizás no machacarme tanto en esta semana porque la verdad es que creo que ha sido positiva», comentó la gallega después. Segunda ronda en Australia, tercera en Roland Garros, cuarta en Wimbledon, y toca pensar en positivo para el US Open, claro: «Pues Nueva York ya veremos con muchas ganas. Pero bueno, sobre todo ahora toca descansar un poquito la cabeza también, físicamente, unos días y volver a ponernos para la gira de pista dura. Nueva York es un sitio que me encanta, la verdad, que al final es un Grand Slam y todos hacen especial ilusión, así que con muchas ganas». Lo conseguido eleva la adrenalina, la confianza y las expectativas, pero Bouzas quiere seguir con pasitos cortos. «A principio de año jugué un partido muy bueno contra Sabalenka y el verme ahí fue algo que me motivó muchísimo, pero al final tengo que seguir teniendo los pies en la tierra y seguir trabajando con mucha humildad porque esto es una carrera muy larga donde tienes que ser muy consistente y no perder el foco en ningún momento y cada torneo cuenta muchísimo. Hay muchos factores que alteran esto, pero obviamente sí que el jugar contra jugadoras de este nivel, estar cerca, hacer buenas rondas, te da mucha motivación o por lo menos el creerte que estás ahí y que puedes estar ahí. Es necesaria también un poco la derrota para aprender, para ver cómo te sientes hoy, ver cuánto tardas en asimilarlo, también probablemente estar orgullosa en unas horas, en unos días de este resultado». Ahora toca afrontar el duelo, porque ha tenido dos bolas de set en el primer capítulo, y otras dos para ganar el segundo y alargar el duelo hasta el tercer set. Pero todo se vuelve aprendizaje para la gallega. «Las derrotas duelen mucho, pero son supernecesarias. He tenido derrotas que han marcado un antes y un después en muchos momentos. Obviamente esta derrota la tendré que pensar en frío, pero creo que me va a ayudar de cara al futuro cuando tenga momentos así en otros partidos o juegue contra jugadoras de este nivel en rondas como en la que estamos ahora o incluso otras», comentó ya pensando en la mejora. «Sobre todo me llevo que me gusta mucho la hierba, tengo que decirlo ya con total confianza. Antes de Wimbledon bastante gente me decía que lo hacía siempre bien y, bueno, cada torneo es un mundo. Pero me encuentro cómoda, me gusta mucho. Y me llevo tener más confianza en mí misma, que al final todas somos jugadoras, nos metemos ahí y es una batalla pase lo que pase y ya está. No estoy tan lejos, quizás eso es lo que me llevo», zanjó.