Enterrada en sus 870 páginas, s una concesión ante los representantes republicanos de estados muy vinculados al programa de exploración espacial tripulada, que afrontaban despidos masivos y unos recortes sin precedentes. Otro de los damnificados es el magnate Elon Musk, ya que la decisión de Trump le resta jugosos contratos para sus cohetes espaciales. Europa, en cambio, respira con cierto alivio.Seguir leyendo