Cada día es más habitual ver a influencers abriendo negocios más allá de las redes sociales. La idea siempre es la misma, por muy diferente que sea el proyecto: se trata de utilizar el escaparate en redes sociales , asociado a un enorme número de seguidores, para hacer crecer una empresa u otro tipo de emprendimiento a través de ello. Sin embargo, aunque pueda parecer una fórmula infalible, son muchos los casos en los que, pasado el 'boom' inicial, las cosas empiezan a no marchar tan bien como estaba previsto. Por ello, aunque existen varios casos de éxito, no es lo más habitual, y precisamente por eso resulta tan destacable el caso de Maison Matcha. Se trata de un local centrado en el té matcha sobre el que no había demasiadas expectativas cuando Violeta Mangriñán anunció su apertura y que, sin embargo, un año después, sigue logrando cada día que la cola para comprar el ansiado té dé la vuelta al edificio . Ella misma ha dicho en innumerables entrevistas: «Yo sabía que no valía con tener seguidores, también hay que buscar un buen producto y currárselo mucho para que la gente pruebe y repita, y eso es lo que yo hice, no ha sido fácil», explicaba en 'A solas con', el pódcast de Vicky Martín Berrocal. Y, a juzgar por su éxito, parece que tiene razón, pues hace solo un año, el 29 de junio de 2024, abrió su primer local en el centro de Madrid, en la calle Monte Esquinza 33, y antes de que pasaran seis meses ya había inaugurado el segundo. En enero de este año anunció el tercero, que iba a estar en La Finca Grand Café , dentro del gimnasio de Crys Díaz, pero nunca más se supo hasta ahora. Violeta no ha dado explicación alguna, aunque en redes se ha comentado que no habrían podido hacerlo por un tema de licencias. Sin embargo, eso no le ha frenado, pues ya ha anunciado lo que muchos esperaban desde hace un año: Maison Matcha llega a Valencia. Era el paso natural, comenzar a expandirse fuera de Madrid hacia su ciudad natal, la que la vio nacer y crecer. Se desconoce la fecha exacta de la inauguración, pero no debería hacerse esperar mucho, ya que la influencer ha mostrado incluso el interior del local, que está completamente decorado, por lo que todo parece listo para empezar a servir matchas, que ahora pueden combinarse con multitud de sabores, con leches de todo tipo e incluso en formato helado. Porque, ya se sabe, si algo funciona, hay que darle más opciones al cliente, aunque sea para el postureo diario. Por ahora, la sociedad desde la que gestiona todo este emporio que está construyendo no ha presentado cuentas, por lo que no se sabe cuál es el pulso económico real del negocio. Aun así, si no deja de crecer, debe de ir bastante bien. De hecho, en 'La Revuelta' ella contó que vendía una media de entre 500 y 600 matchas al día, a un precio de entre 4 y 5 euros cada uno, lo que, sin duda, es una cifra muy considerable. Claro que a eso hay que restarle el alquiler de los locales, sueldos del personal, compra de materias primas, y un largo etcétera que suele borrar las sonrisas más rápido que un matcha mal batido. Aun así, parece que el negocio marcha, y que ella no piensa parar, ya que ha dejado claro que su idea es venderlo : no ahora mismo, pero sí a corto plazo, pues no se ve siendo la gerente de todo esto en el futuro. Quién sabe, quizá su objetivo sea emprender algo nuevo. Por ahora, ella sigue trabajando en sus redes sociales, donde también le va muy bien, ya que colabora siempre con grandes marcas. Además, está muy centrada en sus hijas, de quienes recalca siempre que son su máxima prioridad. Y, por si fuera poco, acaba de mudarse a su propia casa en Madrid, después de haber pasado casi dos años de alquiler tras regresar de Valencia, donde quiso instalarse cuando nació su primera hija. Ahora se ha comprado una vivienda unifamiliar que ha decorado con todo lujo de detalles y cuya piscina piensa disfrutar todo el tiempo que pase este verano en Madrid, junto a sus niñas y a Fabbio, con quien parece tener una relación de lo más consolidada.