Pedro Sánchez dice a los suyos que no se trata de resistir, sino de avanzar. Y que quiere hacerlo. Pero el futuro político del Gobierno pende de dos delgados hilos: el desarrollo de la investigación del caso Cerdán y el soporte que le den los socios a partir de su comparecencia este miércoles en el Congreso de los Diputados.En el Palacio de La Moncloa llevan varios días trabajando intensamente de cara a la comparecencia de Sánchez para dar cuentas sobre los supuestos casos de corrupción. Y lo hacen sabiendo que el descontento de los socios puede llevar a caer al Ejecutivo de coalición. “La sensación es que nos jugamos mucho”, trasladan desde el entorno del presidente.El pasado sábado Sánchez logró un cierre de filas en el comité federal de su partido, pero esta reunión fue en clave interna y se tornó insuficiente para los socios de investidura. El presidente tratará de amarrar su apoyo con un paquete potente de medidas de regeneración que afecte a los ámbitos de las instituciones, los partidos y las empresas.Sánchez ha sopesado durante estos duros días cómo afrontar la situación y llegó a barajar todos los escenarios. Por el momento, descarta su dimisión y convocar elecciones. Tampoco quiere presentar una cuestión de confianza, aunque varios partidos empezarán a considerarla si este miércoles las explicaciones y las medidas son insatisfactorias.Fuentes socialistas insisten en que el presidente también quiere dar un sentido “positivo” al debate y volver a lanzar el mensaje de que el Gobierno puede aguantar dos años más. En el círculo de Sánchez la idea que se repite es clara: “Que la legislatura no vaya a continuar es una leyenda urbana. La legislatura termina en 2027. Solo Feijóo y Abascal piensan lo contrario. Los socios exigen, y hacen bien. Pero todo lo que va bien en España también es gracias a ellos. No van a querer que todo eso se pare”. Y remarcan el espíritu que tiene el también secretario general del PSOE: “La legislatura va a seguir, lo que esté en los juzgados se sustanciará. Quien tenga que pagar, pagará, y Feijóo se sentará en la puerta de la calle Génova a ver si hereda un gobierno, porque ha demostrado claramente que no tiene lo que hay que tener para ganarlo. España no se merece un presidente con fotos con un narco”.También fuentes de La Moncloa creen que lograrán cohesionar otra vez al bloque de investidura y no prevén que salte por los aires esa mayoría durante la comparecencia en la Cámara Baja: “No contemplamos esa situación. El resto de grupos son conscientes del tiempo que vivimos. Todos tenemos una gran responsabilidad y si hay algún grupo que quiere moción de censura, que la presente”. En el Gobierno comprenden la “presión” que tienen también los socios, pero no creen que se vayan a oponer a las medidas que anuncie Sánchez.Los socios esperan que Sánchez presente un conjunto de medidas al que puedan agarrarse para sostener al presidente y no tener que hacer caer al Ejecutivo en un momento en el que las encuestas señalan que PP y Vox tendrían mayoría absoluta. A pesar del malestar con el PSOE, la propuesta de Vox de deportar a millones de migrantes ha puesto de nuevo en alerta a los sectores progresistas de lo que supondría la llegada de la ultraderecha a las moquetas del poder.El Partido Popular aguarda la caída de Sánchez a través de sus socios, por eso sigue poniendo en el foco “hasta cuánto están dispuestos a aguantar”. Pero, a la vez, trata de pescar en el terreno de los socialistas descontentos y en votantes de centro poniendo sobre la mesa un supuesto compromiso de que no darían ministerios a los de Santiago Abascal.Las miradas también están puestas en Sumar, cuya salida del Gobierno podría suponer de facto una caída de la legislatura. Llevan días presionando al PSOE para que acepte algunas de sus propuestas y la propia vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quería ser quien subiera a la tribuna para contestar a Sánchez, pero el fallecimiento de su padre, el histórico sindicalista gallego Suso Díaz, la tarde de este mismo martes llevará a que la formación tenga que buscar una alternativa*.Los Comunes, que forman parte del Gobierno a través de Ernest Urtasun (ministro de Cultura), advirtieron este martes en boca de Gerardo Pisarello: "Desde este punto de vista, la comparecencia de este miércoles puede ser la antesala de una cuestión de confianza formal". Y lanzó también un mensaje Alberto Ibáñez (Compromís): "Yo no tengo ninguna duda que mañana el presidente del Gobierno expondrá un plan integral de lucha contra la corrupción y a favor de democratizar el Estado para poder sostener la mayoría que lo sustenta. Si no, todos los escenarios están abiertos y solo depende de él".Sánchez se somete este miércoles a una de las comparecencias más importantes de su vida en el Congreso de los Diputados. Alto voltaje político para sobrevivir. El presidente podrá hablar sin límite de tiempo en una jornada maratoniana donde tendrá que hablar de corrupción y posteriormente sobre la cumbre de la OTAN y el Consejo Europeo. 9 de julio de 2025, una fecha clave para el devenir del ciclo político en el país.*Esta información ha sido actualizada para incluir el fallecimiento del padre de Yolanda Díaz y el previsible cambio de planes con el que Sumar tendrá que afrontar la comparecencia de Pedro Sánchez.