Existe una pregunta en la calle, que todo o casi todo el mundo se hace: ¿Se están utilizando nuevas formas de sexualidad y de sentimentalidad como control demográfico? Si miramos hacia atrás, pongamos el caso, cincuenta años, setenta años, desde después de la Segunda Guerra Mundial, los cambios sexuales y de la sexualidad, las nuevas formas de pareja, de sentimentalidad afectiva y sexual, han ido cambiando de diversas formas y maneras. Y existen ya muchos colectivos o grupos o personas que, sin entrar, como muchas veces se ha hecho, en si son psicológica o moralmente correctas, sin entrar en esa cuestión o forma. Si se percibe, mira y demuestra que, en general, las nuevas formas de afectividad y sentimentalidad, que son diversas (no se fijen solo en una y que no vamos en este modesto artículo a nombrar), todas terminan, no vamos aquí a citar formas y maneras y materializaciones en diversos fines o metas sensuales o de la sexualidad o de la afectividad, sino que todas terminan por lo general en una reducción de descendientes por mujer y por hombre, en general, al menos en las comunidades occidentales. Y ya existen personas que se cuestionan si toda la evolución afectiva-sexual que está ocurriendo desde hace ocho décadas no solo es un proceso digamos natural e históricamente debido a la evolución humana normal, de individuos y grupos y colectivos, basados en un horizonte enormemente importante de libertad personal, de derechos humanos y de nuevos marcos jurídicos, y de más abertura y apertura mental y de la conciencia y consciencia. Sino que si es un sistema o conjunto de normas y medidas, que además de lo anterior, es y existe una organización interna, o un enorme experimento social y político, cuyo fin, entre otros, es la reducción o la disminución o ralentización de la población mundial, en sus primeros pasos. Evidentemente de momento no se ha conseguido, porque en la década de los sesenta existían tres mil millones de personas en el mundo, y ahora ya vamos por los ocho mil millones y pico... Tampoco voy a entrar en este palomar de palabras en la cuestión de si es moral y psicológicamente correcto, adecuado y ordenado para el desarrollo de la persona. Ni siquiera si es necesario un autocontrol de la descendencia, de forma racional y moral, por cada hombre y cada mujer en este planeta, porque puede suceder que los cambios de aumento demográfico vayan con demasiada velocidad y los cambios sociales, políticos y económicos no vayan a la misma velocidad... Porque no podemos obviar y olvidar que un enorme desequilibrio entre el número de personas en un territorio equis, y un tiempo zeta, y una divergencia con el sistema económico, que este no sea capaz de mantener todos los estómagos en todos los grandes parámetros mínimos, pueden llevar a graves problemas sociales y sociopolíticos y culturales, que pueden llevar a la humanidad al borde del límite. No podemos tampoco obviar y negar toda esta realidad... Pero también existe otra cuestión que en la calle también se trata, y que es que el control demográfico está ocurriendo más en Occidente, aunque siga creciendo, que en otras zonas del mundo, en otros territorios con otras ideologías y culturas, donde de momento, diríamos, las costumbres sexuales y de la afectividad y de la sentimentalidad, en relación con la descendencia, no se están teniendo en cuenta lo suficiente... Pero la pregunta queda en pie, esa cuestión que en la calle ya se habla o plantea de una manera o de otra... ¿Se está utilizando los cambios de la sexualidad humana, de la afectividad y la sentimentalidad, utilizando el instrumento y el arma conceptual de la libertad sexual, de la identidad sexual y de la autoconciencia sexual, cosa que puede que sea real en los individuos, pero que los que gestionan la realidad social, al menos en Occidente, no lo hacen solo por esas libertades sexuales, sino porque están utilizando todos estos instrumentos como una forma de control y autocontrol del aumento demográfico? —Cosa que en este texto, en este pelotón de palabras e ideas e imágenes, no entramos si es psicológica, moral y ética y social y desde todos los puntos de vista correcta, adecuada, racional, y tampoco planteamos si no existen otros métodos de autocontrol personal, de forma legal y moral y psicológicamente mejores—. Todo esto, citemos la realidad a causa o motivo o recuerdo de un documental, que no he visto, pero que se cita en los medios de comunicación, realizado por Jan Oliver Lucks, titulado: "There Is No I In Threesome". Reitero y repito que no lo he visto, y no sé si lo veré, pero que en el fondo trata algunos aspectos de esta cuestión y tema. Y tampoco sé, agradezca mi sinceridad, si este documental, la tesis esencial que dispone, ni si personalmente estaría de acuerdo... Pero que nos puede servir aquí de ejemplo, de lo que estamos preguntándonos: ¿Existe una enorme ingeniería social y sexual, con el fin de ser un enorme ariete para el autocontrol demográfico de las poblaciones, que de momento solo sigue Occidente, pero que su fin no es esencialmente la libertad sexual personal e individual, sino el control del aumento demográfico? ¡Paz y bien! https://www.youtube.com/channel/UCP1qKD3iC1dhkOschAftOAQ © jmm caminero (27 junio 2025 cr).