Icónica Santalucía Sevilla Fest, cita que patrocina ABC, cerró este domingo su antepenúltima semana de programación por todo lo alto con la presencia del grupo británico Madness . Liderados por el incombustible cantante Graham 'Suggs' McPherson , esta banda inundó la Plaza de España con los sonidos de su ska más clásico. No en vano, y a pesar de un parón de algunos años a lo largo de varias etapas, el grupo ha logrado sobrevivir y resucitar durante cinco décadas a las modas musicales, siendo siempre fieles a su propio estilo. La 'culpa' de eso la tiene no sólo el hecho de que Mr. Suggs siga al frente de esta banda después de casi cincuenta años, sino que se hayan mantenido también otras piezas clave dentro de este gran engranaje, como el guitarrista Chris Foreman , el teclista Mike Barson , el bajista Mark Berdford , el baterista Dan Woodgat e y, sobre todo, el saxofonista Lee Thompson , uno de los principales artífices del sonido elegante de este grupo que ha mezclado como nadie el pop y el ska. Los británicos, que nunca han sido un grupo de masas en España, lograron contar con un público de unos 4.500 espectadores . Además, se entregaron a los espectadores durante la casi hora y media que duró la actuación. En beneficio de Madness hay que decir que hace dos años publicaron un nuevo disco de estudio, 'Theatre of the Absurd Presents C'est la Vie', que grabaron los seis miembros originales de la banda y que cosechó un gran éxito de público y crítica, algo que demuestra que no se han conformado en estos últimos años con vivir de las rentas del pasado. El principio del concierto fue espectacular , con el escenario reproduciendo un viejo televisor en blanco y negro donde se proyectaban las imágenes y con todo el grupo tocando 'One Step Beyond', el primer gran éxito mundial que lograron en 1979. Fue una tarjeta de presentación perfecta que dio paso, a continuación, a otro de los grandes clásicos, 'Embarrassment'. Luego continuó la fiesta con Suggs -luciendo sus habituales gafas de sol- interpretando a capela un fragmento del 'Help!' de los Beatles. Tampoco faltó 'The Prince', tema que le dedicaron a Prince Buster, músico jamaicano y uno de los fundadores del ska. De ahí pasaron a 'NW5', uno de sus singles que, a pesar de aparecer en el año 2008, tienen un sonido más clásico. Los acordes de principios de los años ochenta inundaron la Plaza de España en cuanto aparecieron las primeras notas entrecortadas de ' My Girl', otro de los éxitos más aclamados de este sexteto. El respetable se pasó en grande gracias al talento y a la personalidad de McPherson, que no paró de interectuar con los asistentes. Acto seguido, las primeras notas del teclado de Mike Barson anunciaron la llegada de otro de los clásicos del grupo, 'The Sun and The Rain'. Luego vino un interludio lúdico con la instrumental 'Los Palmas 7', con un Lee Thompson muy inspirado al saxofón. Sin solución de continuidad, le tocó el turno a 'Wings of a Dove', que coreó especialmente el público. Aparte de los seis miembros originales de la banda, tampoco hay que olvidarse de la sección de viento metal que acompaña siempre a estos músicos y que también aporta mucho al característico sonido ska de Madness. De ahí pasaron a 'Lovestruck', single que marcó el regreso de la banda en 1999 después de más de una década de silencio creativo. También cantaron la versión 'The Harder They Come' , del jamaico Jimmy Cliff, otra de las grandes influencias de los británicos. En la segunda parte del concierto no pararon de sonar otros clásicos como 'Grey Day'. También destacó la interpretación de 'Shut Up' con la escenificación de policías y ladrones. Después Suggs comentó estar celoso por la comida y el sol que se disfruta en España e ironizó diciendo que tenemos la suerte de disfrutar de mejores políticos que en Gran Bretaña. El final se fue acercando irremediablemente y tras tocar un clásico moderno como es 'Mr. Apples', fueron sucediéndose grandes éxitos como la simpática 'House of Fun' y 'Baggy Trousers'. Unos minutos más tarde vinieron dos temas que nunca pueden faltar y que son de los mejores de su repertorio, 'Our House' e 'Is Must Be Love'. Tras corear el estribillo de esta última canción, el público estaba ya totalmente entregado. Todo el mundo sabía que quedaban los bises y Sugss y compañía no defraudaron al salir de nuevo al escenario. Después de hacer una parodia de Liam Gallagher y Oasis -que están de actualidad por su regreso- los británicos se despidieron con 'Madness' y 'Night Boat to Cairo', logrando así una noche de ska y satén que será difícil de olvidar.